Sexo en euskera
El derroche y el despilfarro de los dineros públicos no tiene freno. Se pueden imaginar infinitas formas de malgastar los fondos de las instituciones, pero siempre habrá una nueva manera que a usted no se le ocurriría. Para ello está, en este caso, la Fundación Leizaola, que en vista de que los jóvenes vascos no se lanzan a hablar en euskera en su tiempo de ocio, les incita a ello ¡a través del sexo!
Y es que esta institución, con subvenciones del Gobierno de Patxi López y de la Diputación de Vizcaya, potencia el uso del vasco a través de unos vídeos de explícito contenido sexual. Los responsables de esta campaña aseguran que lo único que han tratado de hacer es innovar, pero está claro, a la hora de misionar la cinta, que lo que destaca, precisamente, no es el uso o no del euskera. Y es que la vista, muy traicionera ella, puentea al resto de los sentidos, especialmente al oído.
Son varios los vídeos de esta peculiar campaña. En uno de ellos, una conversación entre dos jóvenes, hablando de forma despectiva de las mujeres ("Le eché un kiki y la dejé tirada como un trapo viejo") es escuchada por una mujer que, ni corta ni perezosa decide llevárselos a un hotel y cuando estos ya están en situación y prácticamente desnudos, los echa al pasillo del alojamiento y además en paños menores.
Al final, lo que subyace con iniciativas de este calado es que cuanto más se meten las instituciones a ordenar y gestionar los hábitos y costumbres de los ciudadanos, más fácil es que estos muestren una apatía por seguir sus preceptos. Lo grave es que para cuidar la riqueza cultural del euskera haya que recurrir al sexo explícito y, con perdón, se le acabe haciendo una felación al bolsillo del contribuyente.
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Máximo Medina -