The Almunian Job
Oído al parche y miren lo que dice el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia. Este político asegura que no ha descartado la opción de los minijobs (remunerados hasta los 400 euros) para tratar de mejorar la pésima situación que atraviesa el mercado laboral español con más de cinco millones de parados. "¿Qué es mejor, tener un trabajo mediocre o no tenerlo?", se cuestiona este representante público.
La pregunta en sí es tramposa porque no creo que se trate de limitar todo a un escenario tan simplista. Preguntar si queremos emplearnos por 400 euros al mes o no tener nada es exactamente igual de perverso que nos pongan en la tesitura de comer todos los días un paquete de Doritos o no comer. Sí, claro, efectivamente, para no morirnos de inanición tiraríamos por esa vía, pero es verdad que al final acabaríamos con una avitaminosis de caballo. Exactamente nos pasaría con ese tipo de trabajos, que sólo viviríamos para estar todo el día en el curro y gastar fuera lo menos posible. Eso, con perdón, se llama esclavismo.
Y es que resulta chocante que nuestros eurodiputados, con un sueldas de escándalo, con privilegios despampanantes, entre ellos el viajar en business class, se atrevan a salir a los medios de comunicación a defender las bondades de un sistema laboral que ellos no ven ni de lejos. Es más, cuantos de ellos no habrá que esos 400 euros lo ganen en una sola jornada y sin despeinarse. Sería curioso, cuando menos, ver como aquellos que santifican los privilegios de los minijobs ganan una barbaridad, que esos 400 no son ni calderilla.
En fin, cada vez parece que podemos esperar menos de nuestros políticos, pero mucho menos (salvo excepciones contadas) de aquellos que vegetan en la Unión Europea. No es de recibo que mientras sus ingresos no dejan de crecer y que, al mismo tiempo, también renuncian a perder cualquier prebenda, el esfuerzo económico para salir de la crisis lo tengamos que hacer los de siempre, es decir el pueblo llano. Está claro que algunos se pasan de listos (y de frenada) y quieren solventar la crisis a golpe de látigo al resto mientras ellos en sus despachos de maderas nobles beben Chivas Regal y puros habanos. Aquí hay algo que no Quadras (digo cuadra).
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Máximo Medina -