Estudios primarios made in Catalonia
Los políticos catalanes, al menos los que llevan gobernando en los últimos años, sólo están preocupados porque los jóvenes sepan a pies juntillas el catalán. Da lo mismo que en el resto de las materias sean unos zotes de tomo y lomo. Lo importante es que dominen la lengua de Pau Casals del derecho y del revés. ¿Qué existen lagunas en Matemáticas, Historia o Lengua Española? Nada, eso da lo mismo. A las autoridades les tiene sin cuidado ese aspecto, mientras hablan catalán
Pero claro, llega un momento en que los estudiantes deben competir con los del resto del Estado español y, lo más importante, con los del resto de la Unión Europea y hete aquí que entonces llega un problema Houston, ¿cómo poder demostrar que nuestros alumnos, curtidos en el espíritu catalanista, son tan o más listos que los del resto de España, Bélgica, Luxemburgo o Alemania? Está claro que ahí tenemos un problema de los gordos.
Por eso, el gobierno de Artur Mas se ha lanzado en solitario a demostrar que funciona el actual sistema educativo catalán y ante la petición de pruebas fehacientes, los responsables de la Educación de la Generalitat han practicado unas pruebas de nivel entre los alumnos de cuatro de ESO. Con cifras reales en la mano, Mas podrá demostrar que el sistema funciona, pero es que tiene truco.
Los exámenes realizados a alumnos que se preparan para entrar en el Bachillerato tenían un nivel de Educación Primaria, hasta tal punto que no se les pedía que resolviesen un problema de matemáticas, sino que interpretasen el enunciado. Luego se quejarán de la falta de oportunidades cuando hay que buscarse las habichuelas lejos de su Cataluña natal, pero lo cierto es que con paripés de esta clase, los políticos catalanes consiguen un doble objetivo, perpetuarse en el poder ante la falta de formación de la población y, de paso, defender el victimismo catalanista cuando sus ciudadanos son rechazados en otras autonomías a la hora de poder trabajar.
Pero claro, llega un momento en que los estudiantes deben competir con los del resto del Estado español y, lo más importante, con los del resto de la Unión Europea y hete aquí que entonces llega un problema Houston, ¿cómo poder demostrar que nuestros alumnos, curtidos en el espíritu catalanista, son tan o más listos que los del resto de España, Bélgica, Luxemburgo o Alemania? Está claro que ahí tenemos un problema de los gordos.
Por eso, el gobierno de Artur Mas se ha lanzado en solitario a demostrar que funciona el actual sistema educativo catalán y ante la petición de pruebas fehacientes, los responsables de la Educación de la Generalitat han practicado unas pruebas de nivel entre los alumnos de cuatro de ESO. Con cifras reales en la mano, Mas podrá demostrar que el sistema funciona, pero es que tiene truco.
Los exámenes realizados a alumnos que se preparan para entrar en el Bachillerato tenían un nivel de Educación Primaria, hasta tal punto que no se les pedía que resolviesen un problema de matemáticas, sino que interpretasen el enunciado. Luego se quejarán de la falta de oportunidades cuando hay que buscarse las habichuelas lejos de su Cataluña natal, pero lo cierto es que con paripés de esta clase, los políticos catalanes consiguen un doble objetivo, perpetuarse en el poder ante la falta de formación de la población y, de paso, defender el victimismo catalanista cuando sus ciudadanos son rechazados en otras autonomías a la hora de poder trabajar.
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Máximo Medina -