Grijelmo: Nula EFEctividad
La Agencia EFE, uno de los medios de comunicación de referencia no sólo a nivel de España, sino también en Europa y, por qué no decirlo, a nivel mundial, cierra la etapa de Álex Grijelmo con un agujero económico que ríanse ustedes de los boquetes que provocaron con su imprudencia los capitanes del Titánic y del Costa Concordia. Según un informe al que ha tenido acceso Periodista Digital, el pufo de pérdidas dejado por el anterior presidente de EFE asciende a casi cinco millones de euros, todo un desastre financiero que le dejan como herencia a José Antonio Vera.
Lo cierto es que esta Agencia, al menos por lo que conozco de mi etapa en las Islas Canarias y por lo que me han contado, ha funcionado, especialmente durante los siete años de Grijelmo, como una especie de ente en el que se ponían y se quitaban delegados bajo el único criterio del capricho. Tú me caes bien, te dejo; tú no eres de la cuerda (política), te haré la vida imposible para que acabes pidiendo traslado o incluso renunciando a estar como delegado. Y no digo nada si encima se te ocurría meterte en los horarios o con la productividad del enlace sindical. Ahí ardía Troya por los cuatro costados...amén del dinero que se iba perdiendo entre despidos nulos e improcedentes.
De buena tinta sé los tejemanejes que se montaban en una delegación del Archipiélago a cuenta de la vagancia congénita de uno de los individuos que ahí sigue vegetando. Aprovechando su conchabeo sindical, se permitía el lujo de llegar tarde a las ruedas de prensa, de irse antes de tiempo o de tocarse las narices en el pleno del Parlamento mientras el resto de compañeros estaban a dos y a cuatro manos para sacar las informaciones con las que surtir a los clientes. Pese a las pruebas fehacientes de lo que hacía esta persona, en Madrid se miraba hacia otro lado.
Eso sí, a los colaboradores e incluso al personal fijo se les han hecho las mayores perrerías, tener que hacer el trabajo de tres uno sólo (redacción, foto y vídeo) y todo al mismo coste. Esto pasaba en las Islas y en el resto de España. La historia o la excusa era el ahorro, pero todos saben perfectamente que el motivo no era otro que el de recortar el chocolate del loro para gastarlo en otros capítulos que la auditoría de 2011 irá desvelando en próximos capítulos, pero desde luego alguien, es decir Grijelmo, ha hecho pésimamente las cosas cuando se ha desembocado en este agujero de padre y muy señor mío. Ni el capitán Schettino lo hubiese hecho peor, que ya es decir.
1 comentario
Máximo Medina -