Desenchufado
¿Alguno de ustedes conocía a Ignacio López del Hierro? Tengo que reconocer mi supina ignorancia, pero lo cierto es que no tenía ni la más remota idea de quién era este señor hasta que a mediados de esta semana saltó la noticia de que era nombrado consejero de Red Eléctrica Española, a razón nada menos que de 180.000 euros al año. Sabiendo como funcionan esos consejos de administración, donde lo fundamental es existir y asistir, vamos que no tienes que hacer un trabajo que te deje deslomado, precisamente, está claro que siempre interesa saber quiénes son las personas que ocupan esos cargos, qué méritos, parentescos o relaciones diversas tienen para hacerse acreedores a dichas bicocas.
El caso es que nada más aparecer este nombre, rápidamente salió a colación que es el marido de la actual presidenta de Castilla-La Mancha, la señora María Dolores de Cospedal. Ese dato era más que suficiente para que se alentase la controversia, la discrepancia y la crítica ante lo que se podía entender (y en realidad se entendió) como un verdadero caciquismo. Es decir, como eres el marido de…entonces te coloco en un buen puesto. Los ríos de tinta cibernética corrieron durante las siguientes horas en contra de esta decisión. Y es que además no había modo alguna de justificarla ante una sociedad española bastante cansada de atropellos varios y tomaduras de pelo diversas.
Sorprendentemente, y así lo digo porque cuesta creer la rapidez con la que se movió el personaje, que habituado nos tiene a sus lentitudes y actitudes meditabundas, Mariano Rajoy cogió el toro por los cuernos y, como quien dice, pegó un puñetazo sobre la mesa y pidió encarecidamente que se le forzara a este señor a que renunciase a ese cargo. Por varios motivos, desde luego, pero el que más pesaba de todos era ser el esposo de María Dolores de Cospedal.
Y es que no se puede estar hablando de que los socialistas enchufan a todo hijo de vecino que acredite vínculos con el partido del puño y la rosa y que lleguen los populares al poder y repitan los esquemas, sobre todo si la tarifa sale a 180.000 euros que están pagados con dinero del siempre sufrido contribuyente.
1 comentario
Máximo Medina -