'Supelcopa'
La Federación Española de Fútbol se lleva la organización de la Supercopa a China. Los cerca de 40 millones de dólares que ingresará en las arcas el ente que preside ad eternum Ángel María Villar han sido argumento más que suficiente para que el torneo entre los campeones de Liga y de la Copa del Rey se vaya hasta el lejano Oriente. Tengan por seguro que los chinos serán eso, chinos, pero no tontos y le sacarán mayor partido aún que el proceloso y provechoso negocio que cree haber hecho la Federación Española.
A estas alturas, claro está, no vamos a negar que la situación financiera en España afecta (y mucho) a prácticamente todos los entes y que la FEF, evidentemente, no está libre de esa crisis y no sólo se trata de potenciar el ingenio, sino también buscar salidas que dejen el saldo en números negros. Otra cosa será, qué duda cabe, cuando haya que elaborar los calendarios de la temporada 2013-2014 y siguientes y empiecen los problemas de compaginar la Supercopa asiática con la competición doméstica y, ¡ojo al dato! con la posibilidad de que alguno de los participantes en esa Supercopa haya tenido la osadía de haber ganado Champions o Europa League y, entonces, también habría que tener en consideraciín el partido que juegan en Mónaco los campeones continentales.
Desde luego, llámenme cenizo, gafe o aguafiestas, pero este negocio de la Federación para llevarse durante siete años la Supercopa a China va a ser, acuérdense, un quebradero de cabeza tras otro que no se pasa siquiera con toneladas de aspirinas (o su genérico correspondiente). Ya saldrá el Rubiales de turno para amenazar con la enésima huelga por incumplimiento del calendario laboral para con sus afiliados. Pero, fuera de toda broma, lo que no me queda claro es cómo se va a poder calzar este partido sin que, primero, afecte a los compromisos amistosos que todos los años en pretemporada tienen los grandes de nuestro fútbol y que, salvo sorpresa, suelen ser los que siempre se disputan la Supercopa, y, después, en qué media afectará al inicio de la Liga, cuándo daría comienzo, máxime que en 2014, por ejemplo, hay un Mundial que jugar.
En fin, cuestiones todas éstas en las que, me juego el pescuezo, Ángel María Villar ni ha reparado medio segundo en ellas. A él sólo le interesa seguir en la poltrona y esperar, cómo no, que se jubile Joseph Blatter para ocupar el puesto de preboste mayor de la FIFA. A estos dinosaurios de los despachos federativos ni les ocupa ni les preocupa cargarse el fútbol y sobre todo fastidiar a los aficionados. Y es que, como última reflexión, ¿alguien ha tenido en cuenta a los socios de los clubes que tendrán que jugar la Supercopa en China? Está claro que no y eso, moralmente, es tratar a los seguidores como gente de segunda o tercera fila, cuando no directamente de basura.
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Lewis Rogers -