Los lunes...al trasnoche
El inicio de la Liga de Fútbol puede correr nuevamente serio peligro de retrasarse. Al igual que aconteciese hace justo un año, los clubes se plantean seriamente el no acudir a su cita del 18-20 de agosto porque más de un equipo está en clara disconformidad con los horarios que se han marcado al respecto. Eso de jugar a las 23 horas, especialmente un domingo y un lunes, no tiene ni pies ni cabeza, aunque también es verdad que el tenedor de los derechos audiovisuales paga y ordena. Lo que pasa es que esta vez se ha excedido en la confección de los tramos horarios.
El problema que se viene observando, no obstante, arranca ya desde lejos, desde el mismo momento en el que los clubes vendieron su alma (derechos televisivos) a los distintos operadores. Las cadenas, como no podía ser de otra manera, aprovecharon la circunstancia para empezar a obligar a sus equipos a adaptarse a un día y un horario concreto para todas las jornadas o a negociar con otros operadores para intentar no dañarse ni perjudicarse con los famosos pinchazos del pay per view.
Mientras duró el pastizal que adelantaron las televisiones, los clubes no dijeron ni media, estaban conformes con los millones de euros anticipados a modo de regalo de Reyes y fueron dilapidando céntimo a céntimo hasta quedarse a dos velas. Es ahora cuando se alza la voz y se pone como excusa al socio o al aficionado, a ese mismo al que los conjuntos maltrataron durante estos últimos años con desinformación sobre el día y hora de un partido. Total, habrán pensado que quien se sacase el carné de abonado ya había pagado por toda la temporada y ya no tenía sentido hacerle caso.
Sin embargo, más allá del egoísmo de unos y otros para defender sus intereses, hay que decir que alguna determinación debe adoptarse ya para evitar la astracanada que supone que un país tenga un ¡¡¡lunes!!! un partido a las 23 horas, un atractivo Zaragoza-Valladolid, dicho sea de paso y sin querer ofender. De momento, los aficionados pucelanos, salvo los muy forofos y que estén de vacaciones, ni se plantearán ir por La Romareda y los seguidores blanquillos, al menos los que vivan fuera de la capital maña, pues tampoco creo que les haga excesiva gracia esa hora.
Mucho me temo que al final los clubes tragarán con lo que haya que tragar, que los horarios no se moverán y que al final quienes acabarán pagando el pato serán los socios que tendrán que renunciar a varios partidos y las emisoras que no pueden tener un espacio de carrusel durante 12 horas seguidas sólo porque a un iluminado se le ha ocurrido esta idea de marcar partidos desde la 4 de la tarde de un sábado hasta las 23 horas de un lunes. Ni es lógico ni es de recibo, pero también los clubes sabían lo que había y mientras recibieron el dinero de los derechos televisivos bien calladitos que se quedaron.
2 comentarios
Lewis Rogers -
Maria Hernandez -
@MMariaHs