Amenazas 'riverianas'
Paulino Rivero vuelve a erigirse en el líder de la demagogia barata, en coger el taparrabos del Mencey Beneharo y echarse al monte para proclamar a los cuatro vientos que el malévolo Gobierno de España ahoga a los canarios con nuevos recortes y que, mire usted, no tendrá más remedio que echarle el candado a colegios y hospitales de las Islas porque no habrá forma material de poder mantener abiertas las instalaciones y menos aún de poder pagar al personal que en ellas trabajan.
Sin embargo, su bravata se queda en eso, en una mera declaración de intenciones, en ir de farol a ver si alguien pica. Y es que el discurso victimista de los nacionalistas ya no surte efecto, máxime cuando se conoce en qué se gastan el dinero del que disponen. Mucho gasto superfluo, malas inversiones y luego, lo importante, queda en un segundo plano, hasta que alguien se da cuenta, por ejemplo, de que las Islas carecen de suficientes medios materiales para, por ejemplo, hacer frente a unos devastadores incendios que vienen asolando a las Afortunadas en los últimos tiempos.
Incluso la señora María Antonia Trujillo, ex ministra de Vivienda del Gobierno de España, afeó al presidente canario que tirase de demagogia y de amenazar con el cierre de infraestructuras esenciales. Le dijo claramente que Rivero debería de acometer una reducción significativa de organismos oficiales, entre las que se encuentran esas oficinas de representación canaria en el exterior que valen para lo que valen, para el clientelismo político, pero que no tienen mayor provecho en pro del ciudadano. Y, ya puestos, habrá que volver a la carga con la duplicidad de sedes institucionales, la Policía Canaria o una sobredimensionada Radiotelevisión Canaria, donde se justifican demasiados cargos políticos y luego se racanea con los puestos de la gente, de esos profesionales que sí sacan adelante una programación de calidad.
Canarias, al igual que la mayoría de comunidades autónomas, tiene transferidas todas las competencias, y en materia de sanidad o educación, por ejemplo, se han hecho los mayores disparates posibles. Lo que pasa es que lo fácil es poner siempre en el patíbulo al Gobierno Central, hacerle responsable y culpable de males ajenos. Rivero es especialista en estas lides de tirar balones hacia fuera, pero ya no cuela. Al presidente canario le tocará meter la tijera en lo superfluo como deberán hacerlo las otras 16 autonomías y empezar a gestionar con criterio todo lo que tiene transferido que, dicho sea de paso, en materia de empleo el Ejecutivo nacionalista está batiendo su propia plusmarca de destrucción de puestos de trabajo.
2 comentarios
Máximo Medina -
Maria Hernandez -
Lo primero que saben hacer estos "nacionalistos" es echar mano de la lastima.
Derrochan a manos llenas y en cuanto se les acaba el maná, pues nada, a atacar a los mas debiles, enfermos y ninos.
A mi me dan pena la verdad.
A D. Paulino Rivero solo le falta vestirse a lo Paulina Rubio, con minifalda y todo, y venirse a la Península, y nada a cantar por los escenarios. Hacer una gira veraniega pidiendo limosna...
O ponerse a los pies del balcón de D.Mariano Rajoy y cantarle una ranchera...
Puestos a hacer el ridículo...
En fin...
@MMariaHs