Venezuela: El original ganó a la fotocopia
Los venezolanos han hablado y, después del tamiz, barniz, filtro, maquillaje y manipulación pertinente, han votado por Hugo Chávez al frente de la patria bolivariana. Era previsible la continuidad del golpista autogolpista en el Palacio de Miraflores, aunque desde luego sorprende que la distancia con Henrique Capriles sea tan holgada cuando la pugna se preveía más cerrada.
Es obvio que Venezuela va proa al marisco, que su situación va a empeorar a marchas forzadas con un político que no tiene proyectos, sino barato populismo, un ejemplar digno de estudio sobre las dictaduras en Latinoamérica. El triunfo de Chávez, amén de pervertir los más elementales sistemas de participación democrática, consisten en engañar de mil maneras a las clases menos pudientes con promesas de más comida, más salsa y más empleo en precario. ¿O es que alguien cree aún que uno se disfraza de Gorila Rojo por cuestión de buen gusto?
Chávez estará en el cargo hasta 2019, pero el se cree imbuido de una divinidad tremenda. Piensa que es mandato de Dios la fortuna que le ha colocado ahí y hasta que el Altísimo quiera pues nada, dictador que te crió Per secula seculorum. Todos saben, desgraciadamente, que su poder se basa en una atroz manipulación, pero siquiera los observadores internacionales son capaces de ver la trampa o denunciar la misma. Es más cómodo vivir viajando alrededor del mundo a costa del contribuyente y conocer muchos países, sobre todo las dictaduras caribeñas.
Eso sí, después de ver a Capriles imitando la estética chavista-cubana, se me despiertan serias dudas sobre lo que este elemento podía aportar a la política de su país. Sí pésimos son ya Castro y Chávez, de muy mal gusto es la imitación, aunque sea estética. Los productos, como los políticos, se eligen por la vista y las marcas blancas, por mucho que quieran imitar al original, no convencen. A ver si dentro de seis años sale algo mas potable.
1 comentario
Maria Hernandez -
De hecho se parecen hasta en las iniciales de su nombre H C.
Esta claro que la manzana podrida siempre echa a perder a la buena. Nunca es al revés.
@MMariaHs