Halloween mortal
Sonará petulante y hasta puede ser que de la imagen de tipo ególatra, vanidoso, engreído, sabelotodo y niño pera y repera, pero lo vengo diciendo desde hace ya unos años, que en España nos hemos atontado y embobado con la celebración de Halloween como si fuese una fiesta más de nuestro acervo cultural. Falso de toda falsedad, se trata de una costumbre que hemos importado de los Estados Unidos, país donde, dicho sea de paso, la trajeron de Irlanda, pero ni mucho menos tenía que ver con el fenómeno en el que ha derivado y degenerado en la actualidad.
Al socaire de las máscaras, de las dentaduras de pega, de un maquillaje gótico y terrorífico, muchas localidades españolas se preparan para vivir cada 31 de octubre por la noche un verdadero carnaval fantasmagórico, un ritual que sigue siempre las mismas normas, jóvenes y no tan jóvenes dispuestos a competir en una brutal carrera de bebidas espirituosas y otras cuestiones que les llevan, incluso, a pasarse de la raya y a perder toda noción y consciencia de lo que están haciendo.
Así, es normal que el 1 de noviembre, después de haber desayunado, uno se encuentre como noticia de portada en Periodista Digital que tres chicas han fallecido en una macrofiesta de Halloween en el Madrid Arena víctimas de un aplastamiento porque a alguien, un descerebrado a todas luces, se le ocurrió lanzar una bengala en un pasillo de local que en ese momento estaba atestado de decenas de miles de jóvenes. ¿Y ahora quién le devuelve la vida a esas tres jovencitas?
Sí, alguien podría rebatir fácilmente que no es preciso celebrar Halloween para que se produzcan estos sucesos y estoy perfectamente de acuerdo, pero también con un matiz, parece que a más de uno se le va la cabeza con esta celebración. Como si fuese una premonición o una mala profecía, el ir disfrazado de muerto viviente, de novio o novia de la muerte y demás personajes del mundo subterráneo ya pone en situación y en contexto a quienes pretenden pasar una noche de muerte y desgraciadamente en algunos casos se cumple la letanía. Pero nada, dentro de 364 días nos habremos olvidado de lo sucedido y seguiremos haciendo el bestia hasta que, naturalmente, se produzca otra muerte por aplastamiento o por ingesta de bebidas en mal estado. Total, en Halloween parece estar todo permitido.
8 comentarios
Maria Hernandez -
Que cuando me aburra, ya, si eso, te aviso. Que me das mucha envidia.
@MMariaHs
Fernando -
María Hernández -
¿Es que tu solo te diviertes un día al año?
¿Qué haces los 364 restantes?
Porque yo no estoy triste.
@MMariaHs
Fernando -
Máximo Medina -
Maria Hernandez -
Ya lo decía Berlanga en su Bienvenido, Mister Marshall: Americaaaanos, os recibimos con alegríiiia!
La frase es, por supuesto, ironíca. La película es una crítica mordaz contra Estados Unidos.
Y es que ya está bien. Basta ya!
Que tengamos que aguantar, en todos y cada unos de los escaparates, esas calabazas horrendas con ojos, bocas y colmillos clama al Cielo y a todos los Santos.
No hay negocio que no decore su escaparate con esa tematica.
Que coño tiene que ver una calabaza con el conde Drácula, digo yo!
Pero que va a ser esto!
Y el estar tranquilamente en casa, en el sofá, ensimismado en cualquier delicioso pasatiempo o ir por la calle paseando y que te asalten esos niños horrendos y te digan: truco o trato? Es como para decirles: Tu puñetera madre, niño.
Que conste, que me gusta el cine americano y has películas de Disney.
Reivindico nuestras tracidiones, esta bien conocer la cultura ajena, pero mejor todavía es conocer y, sobre todo, no perder la propia.
No cabe escandalizarse porque unos cuantos jóvenes se diviertan disfrazándose de los mas diversos especímenes si con eso consiguen evadirse de la cruda realidad.
En cuanto a la muerte de las tres pobres chicas en esa fiesta madrileña, parece que la culpa es una vez más, no solo que quién lanzó la bengala, sino de los descerebrados que la organizaron y, viendo nada más que el negocio, dejaron entrar en el recinto a todos esos diablos, diablesas, calaveras y demás, hasta llenar, prácticamente el triple del aforo.
En cuanto a tu comentario, Apocalipsis Now, haciendo uso de mi libertad de expresión, tengo que decirte que tú o eres tonto o no te enteras. Si no te gustan las fiestas religiosas o católicas eres muy libre de practicar la que te venga en gana.
Lo que no se puede es sucumbir a esas modas americanas.
@MMariaHs
Apocalipsis Now -
Yo quería mostrar mi acuerdo total con el autor de este post, ya que en España solo deberían celebrarse las fiestas religiosas. Con religiosas me refiero a las católicas, claro, solo faltaría, que como todo el mundo sabe, no fueron importadas, sino estaban ya en la tradición de los celtíberos. Ah, no, espera, que lo mismo también es una tradición importada...
Lídice Pepper Rincón -