El difícil arte de saber hacer reír
Siento mucho que los miembros de la compañía Abubukaka se hayan sentido molestos por el reciente artículo publicado en ABC Canarias, pero la realidad es la que hay, no me gusta su peculiar sentido del humor, sus parodias me parecen flojas, sin chispa, poco trabajadas, no es el humor canario que con tanta gracia y salero han sabido cultivar otros artistas en las Islas. Obviamente, en clara y franca correspondencia, entiendo que a los miembros de este grupo y a sus fieles seguidores no les gusten mis artículos. Vaya lo uno por lo otro.
Alguien podrá pensar que es que la tengo tomada con esta compañía a la que, dicho sea de paso, sólo conozco por las referencias mediáticas de las últimas semanas, por los vídeos que ha colgado en Youtube con el programa censurado y que posteriormente la Tv Canaria decidió darlo, reculando así en su medida torquemadesca. Sin embargo, no le tengo ninguna manía persecutoria a Abubukaka, simplemente es que no me gusta su humor. Y punto.
Por ejemplo, ya puestos, igual que no me río con esta compañía teatral, tampoco me hacía gracia, por ejemplo, Pedro Reyes, un oligofrénico humorista (supuesto) que salía haciendo el chorra todos los días en No te rías que es peor. En un espacio donde se trataba de contar chistes y de provocar la risa en los concursantes para que estos perdiesen puntos de cara a los premios del panel final el tal Pedro Reyes se dedicaba a gritar cosas ininteligibles, a hacer muecas más propias de alguien que ha perdido el juicio.
Saber hacer reír, sinceramente, es un arte que no está al alcance de cualquiera, sobre todo tirando de la fina ironía. Para gustos hay colores, por supuesto, pero más de uno debería de ver, por ejemplo, cierto monólogos de El Gran Wyoming (laSexta) o el programa Los Clones (Intereconomía) para saber como buscarle gotas de humor inteligente, nada chabacano y sobre todo despertar el espíritu crítico y constructivo, pero siempre con una sonrisa.
2 comentarios
Farlopo -
Hágaselo mirar Brad Pitt!!
Gugutata -