'Alierta' Máxima: Rato asesor de Telefónica
Telefónica ficha como asesor externo a Rodrigo Rato. ¿Cómo? Sí, sí, no es ninguna broma ni ninguna noticia que lleve en su portada el diario satírico El Mundo Today, sino El Mundo de verdad, el de Pedrojota Ramírez. O sea, que de inocentada, nada de nada, verdad verdadera que dice aquella compañía de telefonía móvil. Después de dejar colgado (por voluntad o por obligación) el proyecto de Bankia, ahora el señor presidente de la compañía Telefónica, César Alierta, decide colocar en la empresa a este ex político y ex banquero para que, supongo, le consiga ciertos contactos y le facilite ciertos contratos.
Sinceramente, no se entiende que alguien que en una entidad ha dejado un agujero de 24.000 millones de euros, independientemente de que el Gobierno no diese el visto bueno a su plan de saneamiento, ahora vaya a estar en el consejo de administración de otra gran empresa. Y da igual que sea sólo cobrando las dietas (que a buen seguro tampoco serán una minucia), es que este señor, por una mera cuestión de higiene político-empresarial, debería de desaparecer por un tiempo de los focos de la actualidad. Es que es ver que en un sitio se ha metido Rato y cualquier accionista que no conozca determinados entresijos corra rápidamente a vender sus acciones antes de que éstas empiecen a devaluarse.
El tiempo de Rodrigo ya pasó hace Rato, no se puede estar viviendo siempre de un pasado glorioso, del famoso milagro económico que, al fin y al cabo, no dejó de ser una misión de equipo, de un Gobierno del PP, entonces encabezado por Aznar, y que pilló también una excelente bonanza económica en la Eurozona. A este ex político se le ha estado paseando como un santo por mítines, foros y conferencias como si fuese el Jesucristo redivivo, el del milagros de los panes y los peces y lo único que se ha sacado en claro que es que se largó de Bankia con un agujero que ríase usted del de la capa de ozono.
En fin, lo único que queda por decir es que. conociendo las virtudes de Rato, que incluso llegó a pirárselas de un sitio tan cómodo como el FMI (un año antes de la crisis), habrá que ponerse en alerta (que hace juego con Alierta), no vaya a ser que, de repente, los excelentes réditos de esta compañía empiecen a verse reducido ante el temor que supone tener como asesor a alguien que estuvo al borde de llevar una entidad a la Bankiarrota.
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Máximo Medina -