El Rey y Hermida 'se cargan' la monarquía
¡Vaya tostón regaló a su audiencia La Primera de Televisión Española con la entrevista de Jesús Hermida a Su Majestad Don Juan Carlos! Bueno, lo de calificarlo de entrevista es poco menos que una falta de respeto a la profesión de periodista, y no por culpa de quien fuese en su momento un gran profesional del medio, pero es que intentar sacar algo en claro del monarca en un formato que ya estaba pactado, arreglado y acordado es prácticamente semejante a querer obtener un reconocimiento de Fidel Castro o Hugo Chávez en sus medios oficiales de que han sometido al pueblo a las más diversas torturas y abusos contra los derechos más fundamentales.
Los tiralevitas y cortesanos más pelotilleros decían que el Rey no tenía razones para entrar a hablar en una entrevista sobre sus 75 años de vida sobre Urdangarín o la cacería de Botsuana, que esas cosas eran detalles sin la mayor relevancia. Claro, efectivamente, es que los españoles, siempre tan bobos, desconocemos lo que pone la propia Constitución, que la figura de Su Majestad es irresponsable de sus actos. Es decir, el inquilino de La Zarzuela puede irse de cacería a no sé qué remoto lugar y con una compañía (femenina) distinta a la de la Reina o estar al tanto de las correrías y desmanes de su yerno e hija, pero en cambio no le pidan cuentas a él. No, de eso no toca hablar. Eso se le llama una real política de transparencia. Hay que tenerlos cuadrados.
Luego, evidentemente, se quejan en palacio de que la institución monárquica está cada vez peor valorada entre los ciudadanos, que son muchos los que empiezan a ver imprescindible el desmantelamiento de la realeza, que con la crisis que tenemos encima no podemos mantener a una caterva de vagos, vividores, garrapatas y agregados viviendo a cuenta del erario público. Porque es que es ver por ejemplo a la pija-pogre de Letizia cada vez que se marcha por ahí y el presupuesto asignado para el ejercicio se echa a temblar ante los desmanes de la asturiana (ni ella podía llegar a más ni la Casa Real a menos).
El Rey y Hermida, Hermida y el Rey han conseguido con su astracanada que muchos ciudadanos acaben por abdicar de sus principios monárquicos y vean con buenos ojos otro sistema. El que quiera irse de safaris, a buscar aventuras amorosas, a renovar su armario o a forrarse de manera poco ejemplar, que lo haga tirando de su capital, no del que 47 millones de españoles aportamos a papá Estado para que cuatro frescachones lo dilapiden a su buen o mal criterio.
2 comentarios
María -
La entrevista más bien pareció el discurso de Nochebuena, segunda parte.
Esta claro que S.M. no se sale del guión ni para tomar café.
Máximo Medina -