Pifias rajoyanas
Mariano Rajoy no está preparado para salir de su casa, en este caso de La Moncloa. Es poner un pie fuera de la residencia oficial y, mire usted, meter la pata en tiempo récord. La última del presidente del Gobierno fue confundir al mandatario de Perú, Ollanta Humala, con el dirigente de la dictadura cubana. Lo peor de todo, porque lapsus mentales los tenemos todos y además en los momentos más delicados, es que el discurso que se largó en el palacio presidencial de Lima...¡¡¡lo llevaba escrito!!! igual que un día que se sometió a las preguntas del público en un programa de la ya desaparecida VEO 7 donde a la pregunta de una joven sobre planes de empleo y formación, el entonces jefe de la oposición reconoció no entender su propia letra (mal encaminado va alguien que quiere gobernar una nación y no es capaz de aclararse con su caligrafía).
Lo cierto es que Rajoy tiene una tremenda proclividad a la metedura de pata en el momento menos adecuado. Después de darnos la murga a los ciudadanos sobre la falta de respeto del Gobierno de Zapatero a las Fuerzas Armadas, que no se estaba contribuyendo al prestigio de nuestros soldados, llega el muy gañán y suelta a micrófono abierto aquello de “Mañana tengo un plan apasionante, el coñazo del desfile” de las Fuerzas Armadas. Claro, evidentemente, el Gobierno de ZP le cayó encima. Y es que dar la murga para luego liarla de esa manera....
Y al final, el núcleo, la raíz del problema se centra en una mera cuestión de comunicación. El PP, no nos engañemos, es el partido más inepto a la hora de saber lanzar mensajes a los medios informativos. Le tienen un miedo atroz a una cámara o a un micrófono, huyen de ellos a las primeras de cambio, como le pasó a Rajoy hace unos meses en el Senado, o son capaces de dejar encerrada, literalmente, a quienes entienden que es una periodista molesta como Marta Nebot, una intrépida reportera de Telecinco a la que hace unos días apresaron literalmente en la sede de Repsol para evitar que le hiciera preguntas incómodas a la señora ministra ’matapajaritos’, Fátima Báñez, la de los seis millones....de desempleados.
Por eso no es nada raro que Rajoy meta la pata allá donde va, porque sólo piensa en quitarse cuanto antes de los focos. Lo que pasa es que si tanto pánico le tiene al escenario mediático, quizá debería de haberse quedado en su puesto de registrador de la propiedad en Santa Pola. Ahora es presidente del Gobierno y no puede recurrir a la vieja estrategia del ’Carmen, por favor’. Y es que la señora Martínez Castro, la que lleva el peso de la comunicación de Moncloa, como antes en el PP, es lo más avieso que se ha visto en materia de relación con los medios. Su táctica es la de hacer que calle el presidente antes de que éste meta la pata. ¿Y no sería mejor, digo yo, un curso intensivo para que este señor sepa, de una vez por todas, dar una imagen de tranquilidad ante la prensa? Es que no podemos ir dando esa imagen de patanes por medio mundo y parte del otro.
2 comentarios
Máximo Medina -
María -
Creo que ya se le queda grande el puesto. Creo tambien que es inútil para estar ahí!
Nos merecemos alguien mejor.
No se puede hacer peor en menos tiempo.
Va de tropiezo en tropiezo y tiro porque me toca ...
Lo de confundir un dirigente con otro (y más aún llevándolo escrito), el otro día saliendo a rueda de prensa, monólogo, mejor dicho, en forma de plasma...
Así que salen bromas por todas partes ...como esta:
- El besugo es un alimento alto en vitamina B que trabaja de presidente del gobierno.
- y que te quita el sobre-peso.
Y para colmo, vuelve de Alemania y dice que no le pregunten mucho...¿pues a quien le preguntamos si no?
Ya es hora de buscarle un repuesto!