SOS del hockey femenino
Seré pesado hasta la extenuación, pero el deporte femenino en España sigue tremendamente discriminado por parte de las respectivas federaciones y, desde luego, por parte de instituciones públicas y privadas que prefieren volcarse decididamente en los equipos masculinos, a los que priorizan de tal manera que, a veces, formaciones femeninas que tenían que viajar para pelear por un título se han tenido que quedar en casa porque, sencillamente, no había dinero siquiera para fletar un autocar. Así de triste y real es la vida de algunas deportistas que, pese a todo, no desisten en la meta de alcanzar unas condiciones mínimas a las que disfrutan los clubes masculinos.
En esta ocasión, la crisis está haciendo mella, y de qué manera, en la máxima categoría del hockey sobre patines femenina, la OK Liga, donde varios equipos han tenido que darse baja ante la imposibilidad material de poder competir. Ya no sólo es que las jugadoras no perciban su salario, es que además les tocaría tener que poner a ellas de su bolsillo el dinero de los arbitrajes, fletar autobuses en los que no sólo harían el desplazamiento, sino que además deberían dormir ahí mismo porque lo de pensar en un hotel normal o una pensión ya se saldría de presupuesto.
Lo peor de todo es que en algún club en concreto, cuando las afectadas han ido a reclamar simplemente unas condiciones más dignas, al menos poder hacer unos desplazamientos en condiciones, sin lujos asiáticos ni nada, pero sí poder llegar descansadas a la hora del partido, la repuesta es que no hay dinero y que sí quieren sacar un dinero extra pues nada, que llamen a Interviú, que se despeloten y al menos tienen garantizado una buena entrada de euros. Lo que habría que hacer con ese tipo de directivos es ponerlos en la puerta de la calle, pero ya no sólo por malos gestores, sino además por machistas y misóginos.
Y lo más grande de todo es que estas chicas, con todas las penurias que sufren durante la temporada, luchan con ganas y esmero para poder competir todas las semanas y conseguir no sólo divertirse sobre la cancha, sino además obtener títulos que, desgraciadamente, quedan siempre en un segundo plano. Parece que si no se llega a situaciones extremas, a nadie le interesan ciertos deportes y el hockey femenino, a nivel internacional, ha cosechado triunfos de relevancia pero los únicos que cobran (aunque no mucho) son los chicos.
Artículo en colaboración con Proyecto Hoy
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