Radio Kanal Barcelona: Corsarios de las ondas

Futuros aspirantes a periodistas. El mercado está muy mal para trabajar en esta santa y bendita profesión. Sin embargo, hay una empresa que en plena crisis para el sector mediático ha decidido tirar la casa por la ventana y busca nada más y nada menos que a 20 periodistas que deseen trabajar en su medio. Desde luego, toda una oportunidad que no parecería lógico dejarla desaprovechar. Al menos en teoría.

Hablamos de la emisora de radio catalana Radio Kanal Barcelona que tiene abierto un plazo hasta el próximo día 21 de enero para que le lleguen los currículum vitae. Su correo electrónico es [e-mail], un email que, a estas horas, debe estar saturado de mensajes, pero no precisamente de candidatos postulando a un puesto, sino de improperios al enterarse de las condiciones que estos supuestos corsarios on line imponen a los aspirantes y que no es otra cosa que apoquinar 100 euros mensuales por persona para que se cubran costes que se generen en la radio.

Dicho de otra manera, la empresa no sólo no paga un euro para que le hagan los programas, sino que encima le pide a los futuros periodistas que abonen esa determinada cantidad. De tal suerte que en un año, la emisora ingresa by the face un monto de 24.000 euros. Eso sí, en un gesto de ‘generosidad desbordada’, dicen que los periodistas son libres para buscarse sus patrocinadores. ¡Faltaría más! Porque, eso sí, la radio no piensa poner un comercial para tales fines. Esto, pecando de poca fineza, es como no sólo ser puta y poner la cama, sino que además también la ‘fulana’ tiene que pagar a su ‘dueño’ en concepto de vaya a saber usted el qué.

Lo que no tiene perdón de Dios, ya que es imposible evitar que estos ‘piratas’ anden sueltos sin control alguno, es que las asociaciones de prensa sigan mirando hacia otro lado o haciendo declaraciones institucionales de manual, pero que en la práctica no dejan de ser papel mojado, palabras que se lleva el viento. Por eso la profesión está como está, porque mientras no haya una regulación a fondo de las empresas periodísticas, siempre existirán listillos que intenten abusar de la buena fe y las ganas de trabajar de jóvenes talentos. ¡Menudos jetas!