'Interpedigüeños': ¿Cuándo cobrarán los empleados y los despedidos?
Me duele como periodista la situación por la que está atravesando Intereconomía, pero sobre todo me indigna más la situación de cientos de compañeros de ese grupo de comunicación que están pasándolas canutas, con varios meses adeudados y aquellos que, despedidos, aún no han visto un euro del trío zapatista (Ariza, Sans y El Bigotes). Estos tres personajes, nada recomendables vistos los hechos, insisten una y otra vez en mantener a flote una nave que ya no es un transatlántico con un boquete en el casco, es una patera que hace aguas por todos lados, pero siempre habrá quien tenga el honor de ejercer como capitán accidental, como mascarón de proa para dar la cara y vender a los cuatro vientos que Intereconomía tiene futuro (que de momento sólo se percibe negro negrísimo).
El caso es que estos días han colocado al frente de El Gato al Agua a los Zipi y Zape de la televisión del toro, a Horcajo y Algarra, a los que han encomendado la nada agradable misión de pasar la gorra a ver si la audiencia se apiada de ellos y va corriendo al día siguiente a ingresar unos euros en la cuenta corriente. Si yo tuviera la seguridad de que ese dinero va a parar a quienes no han cobrado aún, den por hecho que sería el primero en hacer mi pequeña y modesta aportación a la causa, pero estando detrás ese trío de morosos más bien creo que lo que ingresen lo van a utilizar para fines que no son, precisamente, solventar las estrecheces por las que atraviesan sus empleados.
Lo que me parece feo por parte de gente como Horcajo o Algarra es que se presten a los tejemanejes de esos pseudo empresarios, gente que no ha mostrado escrúpulo alguno y que no tienen mayor empacho en dejar en la p calle a su estrella principal como el periodista deportivo Josep Pedrerol porque, directamente, no toleran que les lanzase chinitas acusatorias en su programa Punto Pelota acerca de los impagos del canal. O sea, encima que la gente aguanta sin ver un céntimo, estos sujetos tampoco permiten la más mínima indisciplina (si es que a eso se le puede llamar así, sobre todo cuando Pedrerol ha arriesgado de su patrimonio para que el personal cobre).
Deseo de todo corazón que la situación de este medio se arreglase, pero mientras Ariza, Sans y El Bigotes estén al frente de las operaciones, poco o nada se puede hacer, más aún cuando aún estos personajes siguen teniendo en sus calenturientas mentes el sueño de seguir creyéndose ciudadanos Kane, capaces de influir en la sociedad. Pues que miren a su alrededor y a día de hoy ya no tienen ni diario de papel, la tele está capitidisminuida y de la radio, mejor, ni hablamos, ya que la deben escuchar menos oyentes que Radio Taxi.
Juan Antonio Alonso Velarde
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Me duele como periodista la situación por la que está atravesando Intereconomía, pero sobre todo me indigna más la situación de cientos de compañeros de ese grupo de comunicación que están pasándolas canutas, con varios meses adeudados y aquellos que, despedidos, aún no han visto un euro del trío zapatista (Ariza, Sans y El Bigotes). Estos tres personajes, nada recomendables vistos los hechos, insisten una y otra vez en mantener a flote una nave que ya no es un transatlántico con un boquete en el casco, es una patera que hace aguas por todos lados, pero siempre habrá quien tenga el honor de ejercer como capitán accidental, como mascarón de proa para dar la cara y vender a los cuatro vientos que Intereconomía tiene futuro (que de momento sólo se percibe negro negrísimo).
El caso es que estos días han colocado al frente de El Gato al Agua a los Zipi y Zape de la televisión del toro, a Horcajo y Algarra, a los que han encomendado la nada agradable misión de pasar la gorra a ver si la audiencia se apiada de ellos y va corriendo al día siguiente a ingresar unos euros en la cuenta corriente. Si yo tuviera la seguridad de que ese dinero va a parar a quienes no han cobrado aún, den por hecho que sería el primero en hacer mi pequeña y modesta aportación a la causa, pero estando detrás ese trío de morosos más bien creo que lo que ingresen lo van a utilizar para fines que no son, precisamente, solventar las estrecheces por las que atraviesan sus empleados.
Lo que me parece feo por parte de gente como Horcajo o Algarra es que se presten a los tejemanejes de esos pseudo empresarios, gente que no ha mostrado escrúpulo alguno y que no tienen mayor empacho en dejar en la p calle a su estrella principal como el periodista deportivo Josep Pedrerol porque, directamente, no toleran que les lanzase chinitas acusatorias en su programa Punto Pelota acerca de los impagos del canal. O sea, encima que la gente aguanta sin ver un céntimo, estos sujetos tampoco permiten la más mínima indisciplina (si es que a eso se le puede llamar así, sobre todo cuando Pedrerol ha arriesgado de su patrimonio para que el personal cobre).
Deseo de todo corazón que la situación de este medio se arreglase, pero mientras Ariza, Sans y El Bigotes estén al frente de las operaciones, poco o nada se puede hacer, más aún cuando aún estos personajes siguen teniendo en sus calenturientas mentes el sueño de seguir creyéndose ciudadanos Kane, capaces de influir en la sociedad. Pues que miren a su alrededor y a día de hoy ya no tienen ni diario de papel, la tele está capitidisminuida y de la radio, mejor, ni hablamos, ya que la deben escuchar menos oyentes que Radio Taxi.
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