Simeone
Podrá ganar uno, dos o ningún título, pero viendo lo que hizo el Atlético de Madrid frente al Barcelona en la Champions está claro que más allá de las figuras que sostienen al equipo, el verdadero artífice de que el cuadro de la ribera del Manzanares esté donde está se llama Diego Pablo Simeone. Él y sólo él ha sabido cambiar en tiempo récord la mentalidad derrotista, conformista, esa religión del ‘pupismo’ en la que todos los rojiblancos aceptábamos como una parte normal y que esa dinámica jamás iba a cambiar.
Cuando Simeone aterrizó en Madrid a finales de diciembre de 2011, el Atlético de Madrid estaba coqueteando peligrosamente con el descenso, había sido eliminado a doble partido en Copa por el Albacete y sólo había cumplido el expediente en Europa League pasando sin muchos apuros la fase de grupos. Su llegada al club era una moneda al aire, podía salir cara o cruz (o tal vez de canto, dada la singular idiosincracia de la entidad colchonera). Salió cara y desde entonces el equipo no ha hecho más que crecer, a pesar de que cada temporada ha ido perdiendo a algún elemento valioso: Diego Ribas (2012), Falcao (2013), pero ha sacado brillo al mejor Diego Costa y le ha dado brillantez a canteranos como Gabi o Koke y ha hecho renacer al mejor Godin que, junto a un dudoso Miranda por aquel entonces, conforman un muro casi infranqueable. Y si no, ya está Courtois al quite.
Llegados a este punto, semifinales de Champions, ya da lo mismo lo que toque en suerte, aunque en realidad tengo para mí que en el Calderón hacen votos porque la bolita del Atleti no se empareje con la del Chelsea, ya que hay una cláusula que, salvo fuerte pago económico, impediría al meta belga alinearse con su club al estar cedido por los ingleses a la entidad del Manzanares.
Por una parte, gustaría un enfrentamiento con el Bayern y ver si los rojiblancos se vengan de la derrota de hace 40 años, pero por otra, estando Cristiano Ronaldo lesionado para 15 días como poco, tampoco se vería mal un enfrentamiento con los merengues. Es verdad que el último precedente en Copa no dejó buenas sensaciones…pero la Champions es otra historia y encima se ahorraría un desplazamiento kilométrico y horas de espera en los aeropuertos. Salga lo que salga y pase lo que pase después en el campo, Simeone ya hecho historia.
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Luis Miguel Grandoso -