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Desde mi escaño

Quadras y Abascal: un pique Vox pópuli

Quadras y Abascal: un pique Vox pópuli

No me coge de sorpresa la crisis de Vox. El partido puesto en marcha por Santiago Abascal, pero con Alejo Vidal-Quadras moviéndose entre bastidores para ser el líder en las europeas, afronta una nueva crisis que pudiera ser mortal para la vida de esta formación. Tras el varapalo de quedarse sin representación en los comicios del pasado 25 de mayo de 2014, el partido ‘verde’ se ha convertido en una jaula de grillos, especialmente tras la última pelea entre Abascal y Quadras. El primero ya le ha enseñado la puerta de salida al segundo por proponer una alianza con UPyD y Ciudadanos, en lo que supone un claro reconocimiento que naves pequeñas nunca llegarán a buen puerto.

La propuesta de Quadras, que es bastante coherente, choca frontalmente con lo que tiene en mente Santi Abascal, que busca ahora ser el caudillo único y plenipotenciario de Vox y no ha dudado en tildar de izquierdas a Ciudadanos. Que la definición hubiera abarcado sólo a la fuerza de Rosa Díez, aún tenía cierta lógica, pero el partido de Albert Rivera, sinceramente, muy de izquierdas no me parece.

El problema que tiene Vox, y eso ya se dijo hace tiempo, es que se trata de una formación con demasiados gallos en el corral, con gente que ha tenido puestos de responsabilidad en otras fuerzas, especialmente en el PP, y cuesta mucho dejar la dosis de poder. Abascal o Quadras tienen demasiado mono de estar en puestos decisivos y ahora se ven embarcados en una patera que hace aguas por todos lados y la desesperación entre la tripulación es tal que nadie sabe exactamente qué rumbo seguir.

Quedan apenas 8-9 meses para las elecciones autonómicas y poco más de un año para las generales y a Vox, tras el fiasco del 25-M, sólo se le conoce por ser un partido donde las trifulcas afloran casi a diario, donde no se sabe exactamente qué planes hay de cara a los comicios regionales y municipales. Mucho me temo que como la situación no sea sabiamente revertida, esta formación puede seguir exactamente el mismo rumbo que aquel engendro que se sacó de la manga Mario Conde para las elecciones gallegas, un ente artificial que fue caminito de Jerez, es decir del desguace, en cuanto se abrieron las urnas y no estuvo siquiera cerca de arañar un triste escaño.

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