Rajoy: El 'Padrino' gallego le da matarile político a Gallardón
Hay que reconocerle a Mariano Rajoy una especie de barraca para que todos los marrones que se aproximan por babor acaben yéndose a estribor sin que a él le toque, siquiera, un pelo de la barba. Le ha pasado con Esperanza Aguirre, Ana Botella, Luis Bárcenas, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Manuel Pizarro y ahora con Alberto Ruiz-Gallardón. Todos aquellos que en su momento se plantaban en el horizonte del marianismo como obstáculos insalvables, como ese iceberg que irremisiblemente chocaría contra el barco de Rajoy, acaba deshaciéndose repentinamente, como por arte de magia y así, el hoy presidente, podría seguir a lo suyo. Como buen gallego que es, hace ver a los demás que no se sabe si sube o si baja, pero en verdad él tiene un plan preconcebido y lo ejecuta a la perfección. Para él, el silencio y la quietud son mucho más que rentables.
Mariano tenía un serio quebradero de cabeza con esto de la reforma del aborto. Su gurú de cabecera, Pedro Arriola, le había mostrado datos sobre lo impopular que podría ser retocar la ley, a pesar de que era una promesa escrita en la página 108 del programa electoral del 20 de noviembre de 2011. Rajoy optó entonces por la estrategia por todos conocida, aplicar la ley del silencio y, al mismo tiempo, ir dejando al ministro de Justicia sin apoyos políticos y mediáticos hasta el punto de que el propio Gallardón reconocía en sede parlamentaria la soledad a la que se había visto abocado por propios y adversarios. Hace justo una semana que el ministro le decía a Rajoy que lo dejaba y sólo hace unas horas que oficializó su adiós.
Veremos a ver qué sucede en las próximas semanas, pero desde luego la calle se le puede poner calentita a Rajoy con todos los colectivos pro-vida. Y es que el PP, en su papel ideal de maricomplejines, ha vuelto a recular ante los progres, a los que no les va a sacar ni una migaja de agradecimiento y encima ha conseguido poner en su contra a un número importante de votantes que pedían dureza contra la barra libre en el aborto. Pero este es Mariano, un ser impasible y hasta un pelín despiadado que no duda en actuar como un ‘Padrino’ a la gallega.
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Máximo Medina -