Rajoy o cómo abortar una mayoría absoluta

El próximo 22 de noviembre de 2014 la asociación Foro de la Familia, presidida por Benigno Blanco, va a organizarle una buena al actual Gobierno de España tras decidir que había que continuar con el seguidismo de las políticas abortivas del zapaterismo y del bibianismo más rancio y lacerante. Se espera sólo en la capital de España a centenares de miles de personas manifestándose por el derecho a la vida y por la abolición de la actual legislación que permite que cualquier mujer pueda abortar en cualquier estadio de la gestación sin que de ello derive ningún tipo de consecuencia penal para la fémina y para los responsables que ejecutan tal atrocidad.

El PP de Rajoy, que cuando estaba en la oposición se lanzaba hacia cualquier pancarta de las manifestaciones provida y prometía regular la ley del aborto en cuanto llegase al poder, resulta que se ha olvidado de sus promesas y de sus votantes y ha optado por no hacer borrón y cuenta nueva. Los defensores de la vida de Génova 13 y Moncloa se han pasado los 11 millones de papeletas del 20 de noviembre de 2011 por el arco del triunfo, pero que no canten mucha victoria, porque el guiño hacia la capa zurda del arco demoscópico no les va a compensar ni un solo voto de lo que pierdan en el caladero de centro-derecha.

Hay quien sostiene, como es el caso de la periodista Isabel San Sebastián, que detrás de todo esto está el sociólogo de cabecera de Mariano Rajoy, Pedro Arriola, quien consideraba que si el partido tocaba esta ley para hacerla mucho más restrictiva con los proabortistas, el PP podría acabar demasiado escorado hacia la derecha, como si al final la defensa de la vida tuviera que ver con la ideología. Pero este ganapanes y superviviente de fracasos electorales es capaz de vender una bicicleta sin ruedas y que el cliente se la compre sin mayores requisitos.

Insisto en un hecho claro y evidente. En unos seis meses vienen las elecciones municipales y autonómicas y en apenas medio año después vienen las generales. Rajoy se ha empeñado en dilapidar en tres años el crédito que le dieron los españoles después de siete años de disparate zapaterista. Que siga por ese camino el registrador de la propiedad que, a lo mejor, con la llegada de Podemos al poder, ni tan siquiera le quedan luego viviendas que registrar porque nos las ha expropiado el Chaves con coleta y el Harry Potter con cara de eterno cabreo.