Ruth Moreno, víctima de la incompetente sanidad canaria
Dicen que la sanidad canaria es una de las peores de España (por no decir la peor). Desde luego, en lo tocante a la atención al paciente, el departamento que actualmente dirige la incompetente de Brígida Mendoza se lleva la palma como el servicio más catastrófico de este país. Hay que ser insensible para tener a una ciudadana casi cuatro años para poder solucionar su problema de salud, una dificultad bastante gorda (y perdón por el juego de palabras), ya que esta persona, que responde al nombre de Ruth Moreno, ya no sabe qué hacer para que de una puñetera vez se pongan manos a la obra en el hospital que corresponda, en este caso el del Doctor Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria, y la operen.
Esta persona, una joven de poco más de 30 años, comenzó en 2011 su pesadilla por el laberinto de la burocracia sanitaria de Canarias. Después de años haciendo y siguiendo diversas dietas que nunca dieron resultado, optó por ponerse en manos de los profesionales de la sanidad. Pero hete aquí que ya empezó la cosa mal, que es toparse con el concepto lista de espera y luego con el puñetero protocolo, una serie de pasos que ahora se adoptan a la hora de afrontar ciertas operaciones que no sé si realmente tienen más que ver con una demora intencionada de tiempo para ver si, por un lado, el paciente acaba marchándose a la sanidad privada y, por el otro, para intentar no meter a la gente en esas listas de espera y luego poder presumir ante los medios de comunicación de haber reducido los plazos para aguardar una intervención quirúrgica. Es de traca, señores.
Moreno, que ha escrito a todos aquellos parlamentarios que, al margen de Brígida Mendoza, pueden tener la solución a sus problemas, ha comprobado con horror como, salvo el caso de la valerosa Mayte Pulido, el resto de diputados lo único que hacen es tirarse los trastos a la cabeza. A los de CC no les gusta que esta señora tenga una cita con un parlamentario del PSOE y éste, el señor Morera, afirma que él sólo puede plantear la queja, pero que poco más y que además los socialistas nunca han tenido responsabilidad en la sanidad canaria (y menos mal que ambos partido son socios de Gobierno en el Archipiélago).
Ojalá Ruth Moreno pueda encontrar en este humilde artículo la solución a sus problemas y que al menos alguien tome cartas en el asunto porque, de eso estoy seguro, no sólo es esta paciente la que ha tenido dificultades con la sanidad de las Islas. Muchos otros ciudadanos han visto con pavor cómo sus casos iban postergándose en el tiempo y a algunos les ha llegado la citación de una operación cuando ya estaban dos metros bajo tierra. Esperemos que éste no sea el caso.
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