La payasa de Podemos que quiere cargarse la Semana Santa

Podemos se ha especializado en dar el titular de brocha gorda con tal de que los medios le hagan caso. La estrategia de Pablo Iglesias está clara, esconderse o dosificar más sus apariciones mediáticas y darle cancha a representantes de tercera, cuarta y quinta fila. Sólo así se entiende que exista en el panorama político español una payasa que responde al nombre de Begoña Gutiérrez, candidata de la formación morada al Ayuntamiento de Sevilla y que propone nada más y nada menos que erradicar la Semana Santa sevillana en el caso de salir elegida como alcaldesa.

Hasta ahí podíamos llegar. Ni Sevilla podía llegar a menos, ni esta sujeta a más. ¿A qué aspira usted? ¿A no sacar un solo voto o, directamente, a que la corran a gorrazos desde el barrio de Triana, pasando por la Torre del Oro y La Giralda? Lo mejor que podía hacer usted es darse un baño de impresión en el Guadalquivir a ver si se le quita la tontería y la imbecilidad que tiene encima. Vamos, la cogen a usted por banda los cofrades y la crucifican, pero no para la representación de la Semana Santa, sino para toda la vida.

Usted, tan progre, tan chula y tan prepotente no se ha dado cuenta ni ha caído en la cuenta de lo esencial, que en Sevilla la Semana Santa no es un tema político. Es una celebración tan esperada por toda la ciudad que hasta los mismísimos ateos se convierten en católicos, al menos por unos días. Pero claro, usted, en su nulidad como persona, cree que todo el monte es orégano y que se puede jugar con esta celebración como el meterle tralla, por ejemplo, a Rouco Varela. Pues no, señora. No es lo mismo.

Y si esta individua, esta payasa de Podemos Sevilla propone este dislate, ¿se imaginan ustedes a un tío de Podemos en Pamplona? Si una quiere quitar lo más tradicional de Sevilla junto con la Feria de Abril, igual en la capital navarra les da a los de Podemos por cargarse los Sanfermines. Total, sólo es cuestión de aplicar el mismo principio, fumigar la festividad más concreta de la zona. Votos no tendrán, pero titulares en prensa un montón. Al menos está bien que nos digan estas cosas, porque ya sabemos a quiénes no hay que dar el voto ni ahora ni nunca. Y no por ateos, sino por payasos. En este caso, una verdadera y rematada payasa.