El Pequeño Nicolás, un golfo que se pasa de payaso

Lo del Pequeño Nicolás ya no sé si es fruto de una imaginación esquizofrénica, de una mente verdaderamente perturbada, de un golfo que ha hecho un máster que ríanse ustedes de gente de la calaña de Al Capone o, simplemente, estamos ante un payaso con ganas de llamar la atención y que tiene, eso sí, la habilidad, de conseguir que determinados medios le regalen minutos en pantalla o una página completa en un periódico de la tirada de El Mundo para que el hombre (o el niño) suelte su vómito, pero al mismo tiempo siga sin aportar las pruebas que por todos le han sido requeridas para certificar la veracidad de sus acusaciones.

El golfo del Pequeño Nicolás se despachó el pasado sábado 24 de enero de 2015 con una entrevista al periodista Javier G. Negre en la que, entre otras perlas, suelta que a él el PP de Madrid le llegaba a dar hasta 10.000 euros por llenarle los mítines de adolescentes. Fíjate tú que la ‘pobre criatura’ llegó a ver circular sobres en B como quien ve una bandada de pájaros. Él sí que está hecho un buen pájaro, pero piar lo que tiene que piar, de momento, nada de nada.

Amenaza, eso sí, cual Juan Carlos Monedero y demás patulea que circula por nuestra galaxia, que va a destapar todo y que va a soltar toda la mierda que él conoce sobre el PP. Pero, vamos a ver, Nicolasete, ¿qué documentos incriminadotes tienes tú? ¿Son de dominio público o son un mero embuste, uno más de tu dilatada carrera de trolas a la carrera? No se puede ser verdaderamente más patético.

Vamos, y esto ya es un recado al responsable de efectuarle la entrevista, ¿cómo demontres se le puede hacer la foto frente al Congreso de los Diputados? ¿Quién coño es este golfo del Pequeño Nicolás para tener, como quien dice, prácticamente, el tratamiento de una auténtica señoría? Creo que nos estamos equivocando y errando el tiro. Este sujeto ha hecho de dos datos que conoce una historia increíble y está enredando a base de bien, aunque siempre haya gañanes como el alcalde cacereño de Alcantara que se preste a hacerse la foto con el payaso y embaucador del Nicolasete al que ya va siendo hora de que se le caiga el pelo por golfo y por payaso.