Carmona: Donde pone el ojo...
El candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, comienza a ganarse el título honorífico de ‘donde pongo el ojo, pongo la bala, versión chunga, chunga’. Y es que el popular y televisivo político parece tener un don del que no todo el mundo puede presumir, que es soltar la frase contundente en el momento menos adecuado.
Hace algo más de diez años, en plena crisis del Gobierno de Aznar por mor del hundimiento del Prestige en aguas gallegas, el dicharachero Carmona comentaba en plan jocoso que si al PSOE le hacía falta un empujoncito en las encuestas la solución era “hundir otro Prestige”. La broma o el chascarrillo le salió caro, ya que tuvo que presentar su renuncia como diputado regional. De acuerdo que la gestión llevada a cabo por el Ejecutivo nacional no fue precisamente la más brillante, pero de ahí a hacer bromas sobre el particular mediaba un trecho considerable.
Pues bien, hace unos días, coincidiendo con que Pedro Sánchez le presentaba en un desayuno informativo, el aspirante a la alcaldía de Madrid, preguntado por Tomás Gómez y su idoneidad para encabezar la candidatura socialista a la Comunidad de Madrid decía que él no sólo ponía una mano en el fuego por Gómez, sino que ponía sin duda alguna las dos. Pues a estas horas, digo yo, el señor Carmona debería estar en el área de quemados después de ver cómo desde Ferraz le enseñaban la tarjeta roja al ‘Invictus de Parla’.
Está claro que Carmona no tiene el don de la oportunidad ni para soltar chascarrillos de contenido delicado ni para ser el apoyo de nadie. Veremos a ver si su presencia al lado de Tomás Gómez no le supone un problema posterior, dado que Pedro Sánchez, otro que tal baila, es capaz de alabarte hoy y ponerte la zancadilla a los cinco minutos. Aunque es verdad que ya abierta una crisis, en el seno de la regional, no es cuestión de ahondar con otro cirio dentro de la capital. Pero cosas peores y más sorprendentes se han visto en política y más cuando se trata del PSM.
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