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Desde mi escaño

Fiesta futbolera y mosqueo con la prensa

Fiesta futbolera y mosqueo con la prensa

Determinados jugadores del Real Madrid parecen pardillos pese a todos los millones que tienen. No puede explicarse de otro modo que, a pesar de que gente como Cristiano Ronaldo, James o Marcelo saben del peligro que tienen las redes sociales, máxime ellos siendo futbolistas de un club como el Real Madrid, permitiesen al cantante colombiano Kevin Roldán subir varios fotos del fiestón dado en el casoplón de la estrella lusa por motivo de su 30 cumpleaños… horas después del 4-0 encajado en el Vicente Calderón.

A ver, nadie puede ponerle reparos a que CR7 celebre su cumpleaños, invite a 200 personas y se lo pase a lo grande. Lo que da verdadera grima es que este artista, con el consentimiento pasivo de quien le ha invitado y de los otros jugadores invitados al ágape, haya subido las fotografías a las redes sociales. Si alguien pensaba que la prensa no iba a aprovechar semejante bombón es que poco menos tiene que venir de un extraño planeta. Si hay algo sensible hoy en día son el Facebook o el Twitter y si tienes millones de seguidores, cualquier cosa, por insignificante que sea, puede convertirse en tendencia en menos que tarda uno en estornudar.

Ahora todo ha sido echarse unos a otros la culpa de lo que ha aparecido en los medios de comunicación. Que si el cantante no tenía permiso, que si el artista sí tenía el consentimiento, Florentino Pérez cargando contra la prensa por darle pábulo a esas imágenes. No, si al final resulta que será cosa de los plumillas de turno que son muy malos y sólo buscan desestabilizar al mejor club del mundo del 2014 (porque en 2015, por lo pronto, parece que aún no se ha desperezado de ese sueño de gloria y fama).

Y no nos engañemos. Aquí lo que ha molestado es que esas imágenes se difundan, no la fiesta en sí. Y es que el fútbol de élite es de esas profesiones donde casi que da igual ganar que perder, los jugadores recibirán su soldada a fin de mes y son los únicos que pese a reconocer la ligazón a unos colores, pasado mañana, ante una reclamación salarial, son capaces de venderse al mejor postor.

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