El Museo de Ciencias Naturales corta una diarrea artística
Los españoles tenemos un curioso concepto de lo que es el arte. Aquí puedes ser el arquitecto, escultor o pintor de más renombre, capaz de hacer la octava maravilla mundial, que como no tengas padrinos, te puedes ir buscando la vida en otros lugares o en otra profesión porque si esperas reconocimiento alguno, tal vez acabes teniendo que mendigar por cualquier esquina. Sí, chicos, así se escribe la historia del arte en España.
Sin embargo, si eres especialista en hacer auténticas mamarrachadas estéticas, es posible que tengas un futuro como artista de vanguardia y serás citado en todos los manuales, amén de tener que contratar a una secretaria para que te lleve al día la agenda de entrevistas, reportajes y saraos a los que estás invitado. Vamos, te tendrás que quitar de encima los compromisos a puros manotazos.
Y esto es lo que han conseguido dos supuestas artistas, Laura Corcuera y Mónica Cofiño, cuya intención, perdonen ustedes, era la de cagarse sobre el monumento a la Constitución de 1978. Ese pretendía ser el culmen final de la exposición temporal del Museo de Ciencias Naturales sobre la caca (Excreta: una exposición (in)odora, (in)colora e (in)sípida, inaugurada el 19 noviembre 2014).
Corcuera subió a Twitter imágenes de las dos artistas, de cuclillas, del ensayo en posición de defecar dentro del monumento a la Constitución de 1978, situado en los jardines del museo. El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), tras ser avisado de en qué consistía la perfomance, la suspendió.
Eso sí, por si las moscas, porque aquí enseguida nos gusta hablar de censura, Pilar López, directora de Programas Públicos del MNCN, ha asegurado que no estaba consensuado con el Museo ni había sido comunicado previamente. Y niega que se trate de censura, aunque una de las artistas, Corcuera. le respondió que la imagen del museo sale perjudicada, ya que era una apuesta muy inteligente por parte de sus responsables, y que han demostrado su paletismo, ya que lo que trataba de hacer era algo poético. Digo yo que sería poético y bastante pestilente, amén de poco higiénico.
0 comentarios