Los idus de abril: Monedero y García-Abadillo
Los famosos idus de marzo van a tener que reinventarse en los idus de abril. Imagínense ustedes la situación. Pasaban las seis de la tarde del 30 de abril de 2015 cuando saltaba la primera bomba informativa, que el director de El Mundo, Casimiro García-Abadillo, conocido ya como ‘Casimiro el breve’, era relevado de su puesto. Lo sorprendente es que quien ocupará su puesto será un tal David Jiménez, periodista que ha sido en los últimos años corresponsal en Asia.
El cambio es bastante radical, sin duda, pero está claro que desde Unidad Editorial tenían que hacer algo para evitar la pérdida de prestigio y calidad en la que había entrado El Mundo desde la destitución dirigida vía Moncloa de Pedrojota Ramírez. Casimiro, hombre insulso y plano donde los haya, había llevado al producto periodístico a un nivel de sosería increíble, dando mucho juego a columnistas de poco peso, dinosaurios de la profesión y jovenzuelos con ínfulas de creerse los nuevos Lou Grant del periodismo mundial. Veremos a ver qué suerte corre la nueva apuesta de los rectores empresariales de El Mundo, pero evidentemente David Jiménez tiene mucho ganado para levantar el rotativo.
Y cuando no nos habíamos recuperado de la gran noticia mediática, vino la segunda como si fuese el premio gordo y el segundo de la Lotería de Navidad, la dimisión de Juan Carlos Monedero, la cara agria, el vinagre y la cicuta de Podemos. Es verdad que el ideólogo del partido de Pablo Iglesias ya había dado sobradas muestras de que no tenía mucho interés en seguir en la formación, máxime cuando en una entrevista en Radio Cable con Fernando Berlín soltó la perla de que Podemos lo fiaba todo a las televisiones y pasaba de atender ya a los círculos.
Evidentemente, cuando dices esto y llevas toda la semana amagando con largarte, la solución sólo puede pasar por largarte tu mismo o que te fumiguen dentro del partido. Al final, ha cogido las de Villadiego y ha dado un portazo en las narices a un Pablo Iglesias que, dicho sea de paso, ha dejado de lado sus ataques a la casta para empezar a ver en qué forma puede imitar a ésta. El primer paso, pillar cacho y puestos en la Junta de Andalucía para que lo goce la arrejuntada de Kichi, es decir Teresa Rodríguez. Y todo esto a horas de iniciar España otro puente más. Y nos lo queríamos perder.
0 comentarios