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Desde mi escaño

Podemos baila con los homosexuales al mismo tiempo que abraza a quienes les ahorcan

Pablo Iglesias, líder omnipotente y prepotente de Podemos, no tiene entre sus virtudes la de ponerse rojo como un tomate cuando incurre en contradicciones tan fehacientes como la de convertirse en defensor de los homosexuales y, al mismo tiempo, recibir pasta a todo pasto del régimen totalitario de Irán, ese que se carga a los gays por el método de la horca. El secretario general de este partido populista habría sido un perfecto discípulo del peneuvista Xavier Arzalluz, capaz de poner una vela a Dios y otra al diablo sin inmutarse lo más mínimo. No es que tenga jeta, es que directamente tiene un morro que se lo pisa.

Y es que Pablo Iglesias bailó y gozó de lo lindo el pasado 4 de julio de 2015 en el desfile del Orgullo Gay celebrado en el madrileño barrio de Chueca. Hasta ahí, qué duda cabe, no hay nada que reprocharle al de Podemos. En el ejercicio de su libertad puede hacer lo que realmente le venga en gana, como si quiere hacer el pino puente. Sin embargo, y aquí viene la parte graciosa, su presencia en el evento estaba siendo grabado por La Tuerka, la televisión financiada por el régimen de Irán, ese mismo que ahorca sin compasión a los homosexuales.

Y yo me pregunto, ¿qué dirán en ese país los que le financian la tele a este caballero? ¿qué milonga les colará para hacer ver que aquello no es lo que realmente es? Porque el señor Iglesias tiene que saber (aunque supongo que está al cabo de la calle) que por muestras más ínfimas de amor homosexual se han llevado por delante a mucha gente en Irán.

Sinceramente, no se puede estar a dos barajas y menos cuando ambas son contradictorias. Esto es como querer estar al mismo tiempo con las plataformas provida y ser un abortista de tomo y lomo, como ser del Betis y del Sevilla a la vez, ser del PP y del PSOE. Pues no, o se está con unos o con otros. Pero Iglesias siempre encuentra el resquicio, el hueco ideal por el que poder dar un triple salto mortal sin red para contradecirse a sí mismo sin tener que ponerse colorado. Igual que dice ser un chavista convencido e intentar vender a la par un discurso neoliberal, también puede bailar con los homosexuales y mañana recibir a manos llenas dinero de quienes ahorcan a esos mismos que él defiende con tanto desparpajo. ¡Qué morro!

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