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Desde mi escaño

Ciudadanos en Canarias es un polvorín

Se rompe Ciudadanos en Canarias por la línea de flotación y eso que no lleva el partido ni siquiera un año implantado en el Archipiélago. A la formación de Albert Rivera le empieza a suceder lo que a otros grandes partidos, que no gusta que las bases lleven la contraria a la oficialidad mal entendida. Si en Las Palmas sale el candidato que no quería la dirección en Barcelona, entonces comienza la purga y todo apunta a que sucederá lo que ya ha pasado en Tenerife, que la dirección provincial acabe presidida por una gestora.

Esto me suena bastante a lo acontecido en el mes de febrero de 2015 en Madrid cuando en el PSOE no querían a Tomás Gómez y no tuvieron mejor idea que destituirle a base de cerrojazo y candadazo para acabar poniendo a Ángel Gabilondo. Aquí, en Canarias, aún no se le ha desalojado a nadie de su despacho, pero viendo los andares que deja ver Ciudadanos por estos lares a nadie le extrañaría que fuese el propio Rivera el que se coja el primer vuelo desde la Ciudad Condal a Gran Canaria para mover y colocar las piezas a su antojo.

Lo peor del caso es que esta crisis abierta en el seno del partido naranja en las Islas ya se veía venir y una fuente muy acreditada ya me había comentado hace meses que en Ciudadanos las cosas no pintaban tan bonitas por dentro como podía parecerlo por fuera, que a la formación le estaban llegando personas que no eran muy de fiar, que había auténticos topos que haciendo una exagerada confesión de estar hartos de lo que había hasta ahora en el Archipiélago, políticamente hablando, consiguieron acceso prioritario a puestos de relevancia en la fuerza de Albert Rivera para luego, ya desde dentro, ir informando de las fortalezas y debilidades a los partidos de los que, teóricamente, se habían ido dando el portazo.

La pena es que Ciudadanos, que tan buenos resultados consiguió en Canarias el 24 de mayo de 2015 (sólo la estricta ley electoral del Archipiélago le impidió tener representación en el Parlamento autonómico), acabe siendo un proyecto, ya no de vía estrecha, sino de vía muerta por las peleas que se han montado en un lado y en otro. Gestora en Tenerife y en la provincia de Las Palmas el polvorín está a un solo paso de estallar.

Los canarios se merecen tener un proyecto nuevo, alternativo y atractivo, que ya está bien siempre de las mismas caras y las mismas actitudes. Lo que sucede es que a Albert Rivera le han colado en Canarias varios goles y ahora, de cara a las elecciones generales, la cosa puede pintarle de color oscuro tirando a negro. Sería una verdadera lástima.

Artículo publicado originalmente en ABC Canarias

 

2 comentarios

Adán -

Yo tampoco voy a leer nada tuyo, solo quería decirte que eres un puto anormal.

andromeda -

ni voy a leer tu articulo porque no me interesa, francamente, deja de molestar a frank, y vete a un psicologo o terapeuta, porque no creo que tengas muy bien algo ahi. desde el respeto te lo digo.