Vuelo JK5022: Una injusticia que lleva siete años sobrevolando

La injusticia de la justicia lleva sobrevolando siete años a los supervivientes y familiares de las víctimas del vuelo de Spanair JK5022 que un 20 de agosto de 2008 se estrellaba nada más despegar del aeropuerto de Madrid Barajas rumbo a Gran Canaria. Después de todo este tiempo, indemnizaciones regateadas hasta el último céntimo por parte de las aseguradoras, el Estado haciéndose el longhi con respecto a la investigación. En definitiva, que no hay ganas políticas de que realmente se aclare toda la investigación y que, sobre todo, se terminen de depurar las responsabilidades pertinentes.

De hecho, la presidenta de la Asociación de afectados por el accidente del vuelo Spanair JK5022 es la que ha venido trabajando casi en solitario para que este terrible accidente no caiga en el saco del olvido. Siete años son muchos, pero Pilar Vera no ha cejado un solo segundo a la hora de buscar aquí y allá, de ponerse en contacto con los partidos políticos, de reclamar hasta el último euro a quienes debían de pagar las compensaciones por algo que, en realidad, nunca podrá ser compensado. Y es que la pérdida de vidas humanas no es algo reversible.

Después de siete años parece lógico y evidente que se aclaren definitivamente las causas de lo que sucedió ese trágico 20 de agosto de 2008, pero también que haya luz y taquígrafos, que se constituya una comisión de investigación parlamentaria en toda regla para que se depuren las responsabilidades políticas pertinentes. Por Fomento han pasado desde esa fecha tres titulares, Magdalena Álvarez, José Blanco y, en la actualidad, Ana Pastor. ¿Qué han hecho a lo largo de este tiempo? Pues a tenor de los hechos, más bien poco.

Aquí, gracias a Pilar Vera, este caso no ha caído en el olvido y siempre ha estado vigilante a todos los movimientos dados en este largo y tortuoso proceso. No podemos olvidar que a los dos años del famoso accidente Telecinco enturbió la investigación con una serie en la que se recreaban unos hechos que ni tan siquiera los peritos habían sido capaces de contrastar o cómo una afamada aseguradora trató de racanear en la medida de lo posible con la indemnización a los familiares de los fallecidos y a los supervivientes.

Ya va siendo hora de que se repare de una vez por todas el daño causado y que se depuren las responsabilidades pertinentes. Bastante dolor han tenido que padecer estas personas a lo largo de siete años como para que enciman vean los años pasar y que tengan la sensación nada engañosa de que a veces la investigación no avanza un ápice, que está aún en la pista de rodaje, lejos aún de despegar, cuando ya debería haber llegado a su destino.