Pablo Iglesias se excita y se corre de gusto con la dictadura chavista

Pablo Iglesias sigue erre que erre defendiendo las ‘bondades’ del chavismo. El último ejemplo lo conforma la condena del opositor Leopoldo López a casi 14 años de cárcel. Según el secretario general de Podemos, el líder de la alternativa a Nicolás Maduro puede darse por contento con la pena que le ha caído en Venezuela. Asegura que si hubiese sido en España, con la ley mordaza de por medio, le habrían caído muchos más años. Eso sí, el propio Iglesias se encarga de recordarnos que él no es especialista en asuntos legales y que no puede juzgar con propiedad un caso concreto como es éste (y se nos queda tan ancho).

El problema, señor líder del soviet supremo morado, es que usted da por hecho o por cierta una situación hipotética que, en el fondo, no deja de ser una falacia. Es decir, considera que a Leopoldo López le habrían caído no sé cuántos años más que en Venezuela por hacer manifestaciones ilegales. La cuestión, Pablito, es que el chavismo de Maduro ha prohibido desde hace mucho tiempo cualquier tipo de acto que suponga una crítica al régimen. Allí estornudas sin parecer chavista y te maceran a palos en una comisaría en menos que canta un gallo.

En España, y usted lo sabe perfectamente, está perfectamente recogido en nuestra Carta Magna el derecho de manifestación y reunión con la única condición previa de comunicación a la autoridad pertinente. Fíjese que digo comunicación y no permiso. La Delegación del Gobierno no puede impedir manifestación alguna, sólo puede obligar a un cambio de emplazamiento, pero nada más. ¿O acaso usted olvida que en España, más concretamente en las calles del País Vasco, se han organizado marchas y concentraciones a favor de los presos etarras sin que pase absolutamente nada?

Es evidente que usted cumple esa máxima de no morder la mano que le da de comer y el chavismo ha hecho mucho por Podemos. Por eso jamás hará una crítica abierta a un régimen que apresa a sus opositores. Para usted la Venezuela de Chávez y Maduro seguirá siendo una democracia saludable, un soplo de aire fresco del que tendríamos que aprender. Y sí, es verdad, estamos aprendiendo tanto que su partido sigue bajando en las encuestas. Por eso mismo, porque estamos aprendiendo a no aplicar en España el modelo que a usted y a los suyos tanto les excita.