La España de Gasol, con dos cojones más grandes que el caballo del Espartero
Se la hemos devuelto bien doblada a los franceses. Lo dijo Pau Gasol tras dejar fuera a los griegos en los cuartos de final de Eurobasket, que estaban todos ahí para esto, para medirse a Francia y devolverle la doble moneda del europeo de 2013 y, especialmente, la eliminación en cuartos en el Mundial que organizábamos nosotros.
España no sólo está en la finalísima, sino que encima se asegura el billete para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ahora sólo está a 40 minutos de llevarse el tercer oro en cuatro europeos o, como mal menos una plata que, dado como nos fue en la fase de clasificación, sabe a éxito completo. Pero convencido estoy de que tras la euforia que supone haber dejado a todo un país sin su final, mañana ya empezaremos a pensar en ganar la dorada presea. Sólo falta conocer al rival, la Serbia de Teodosic (repetiríamos final de 2009) o los lituanos.
A fuerza de ser sinceros, después de 40 minutos de juego más cinco de prórroga, haber vencido por 80-75 no sólo ha sido un sueño, sino que en muchos momentos del partido se había tornado en una quimera, en una empresa imposible. En el tercer cuarto los galos se llegaron a poner 12 arriba y llegaron a tener los dos dígitos de diferencia en el período definitivo.
Lo fácil hubiese sido dejarse llevar por la corriente y por los 27.000 espectadores que llenaban la cancha del Metropole de Lille. 27.000 gargantas patrióticas (¡qué envidia!) que empujaron casi hasta la meta a los suyos, pero que, en un arranque de raza de unos jugadores españoles habituados a estas lides, acabaron no sólo por limar la diferencia en el marcador, sino que se pusieron por delante y sólo un triple de un excepcional Batum (luego decisivo, pero para mal en el caso de Francia) llevó el choque a la prórroga.
Y en el tiempo extra, de nuevo se nos fueron los bleus en el marcador a tres (75-72). Sin embargo, entre faltas y buenas defensas de España los galos no sólo no anotarían más. Se llevarían, de hecho, un parcial de 0-6 y luego, cuando quedaban 14 segundos, falta personal de España, tres tiros para Batum para intentar igualar un 75-78…pero falló los tres lanzamientos y los de Scariolo no sólo supieron jugar el balón, sino que acabaron incrementando la renta con un Gasol que, solito él, anotó ¡40 puntazos! Eso sí que son dos huevos y no los del cabaldel Espartero.
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