Así te quitas de encima a una puñetera tele operadora
Son pesadas como ellas solas, pero hay que empezar a plantarles cara para, que de una vez por todas, empiecen a dejar de dar el coñazo, especialmente en esas horas que son intempestivas. Me refiero a esas operadoras telefónicas que siempre te llaman en los momentos más inoportunos, bien a primera hora de la mañana un fin de semana cuando uno está plácidamente descansando o, también, muy hábilmente, a las horas del almuerzo o de la cena, cuando saben que sí o sí estás en casa.
Hasta ahora había apostado por una táctica que no daba resultado, que era la de colgar la llamada en cuanto me venían con el cuento. Pero eso no daba resultado. Minutos después o al día siguiente me volvían a telefonear. Otra cosa que hice fue la de bloquear el número entrante, pero estas empresas tienen infinitos números desde los que llamarte y te acaban trincando por otro lado, así que tampoco tuvo mucho éxito la iniciativa.
Es más, intentar rebatir con ellas es tiempo perdido porque les dan unos cursos de persuasión que hasta el más pintado, con tal de que no den más el coñazo, les acaba cogiendo la oferta o cambiando de compañía. Insisto, están entrenadas para todo tipo de situaciones y de clientes.
¿Dije preparadas para todo? No, hay un aspecto que les provoca entrada en colapso y es empezar a vacilarse de ellas. Por ejemplo, en esta llamada del vídeo me llaman de Phone House y mi primera respuesta es que ya tengo phone y house. Acto seguido, que me ofrecen una tarifa sin competencia, a lo que les replico que no, que yo como el detergente, que no cambio mi compañía por otra.
Y ya la guinda es cuando les dices que no quieres pagar menos (supuestamente, claro, porque luego entre recargos, penalizaciones y demás su generosa oferta no lo es tanto), ahí ya es como ese ordenador que se queda bloqueado porque no tiene forma humana de contestarte, simplemente, al igual que una máquina, se desconecta por completo, sólo que en este caso cuelgan. Y sí, ya sé que son personas que se ganan la vida honradamente, pero es que ya un poquito de por favor, que no se puede estar molestando al personal día tras día.
5 comentarios
Sergio -
Compruebo en su perfil que es una persona que ha tenido acceso a estudios, en su forma de actuar y expresarse entiendo que no ha sido así con una mínima educación.
Entendiendo que la situación puede haber surgido desde la ignorancia (quiero creer) y no de una premeditada intención de causar un perjuicio permitame que le aclare la situación. Cuando un teleoperador le llama a horas intempestivas no es porque el lo haya decidido, es porque debe cumplir una agenda y su número es el siguiente en la lista de llamadas. Si a usted no le interesa el producto no tiene mas que permitirle que le explique las condiciones del producto y si lo que le proponen no le conviene lo rechaza, así de simple, a ese trabajador se le exige una productividad y sinceramente preferirá pasar a la siguiente llamada antes que perder el tiempo insistiendo inutilmente.
Entiendo que usted no se habrá visto en la ocasión o la necesidad de trabajar de forma continuada en un puesto de cara al público o de atención al cliente, por ello es posible que aún a su edad no se haya encontrado en la situación de hacer un mayor ejercicio de empatía. En mi caso por suerte o por desgracia he podido comprobar durante años el síntoma que es en España esta falta de respeto por el trabajo ajeno, donde a veces se confunde el servicio con servilismo.
No se vaya a creer que esta es la opinión de un fulano cualquiera que no ha podido aspirar a nada mejor en la vida que trabajar al otro lado de un teléfono, de hecho quizá se sorprendiera de la variedad de mi formación y experiencia laboral, que abarga multitud de sectores (incluido el suyo, caballero). A usted puede parecerle que un trabajo como el mio no es merecedor de respeto, pero creame que si bien en mi camino por ganarme la vida me he topado con mas experiencias amargas que gratificantes no cambiaría por nada las lecciones de humildad y respeto que me ha dado vivir en el día a día en el barro y las trincheras.
Espero que alguno de estos comentarios le sirva para hacer ejercicio de conciencia, ya que aliviará la labor de los que en puntuales momentos trabajan por y para usted, e incluso mejorará la imagen que proyecta en su entorno. No creo que esté de mas en ningún momento pedir algo mas de respeto, educación y empatía, ya que aunque sea de forma ínfima repercute en nuestro día a día mas de lo que usted se imagina.
Roberto -
Puñetera teleoperadora -
Muchipasta -
¡Mira que ir a incordiar a trabajadores decentes! A ver si se dedican a jugar al golf como todos los ricachones y dejar a los proletarios con su vida.
Teleoperador -