Pitemos a Piqué hasta que se quede sordo o deje de ir a la Selección Española

Todo el mundo a pitar como descosidos a Gerard Piqué. Sí, ya no se trata de hacerlo únicamente dentro de unas horas en el estadio de Las Gaunas, en Logroño. Se trata de que a este payaso se le quiten las ganas de volver a una convocatoria de la Selección Española de por vida.

Ya está bien la broma, que diría el señor Albiol, exalcalde de Badalona. Un tipejo separatista y tan sumamente antiespañol como Piqué no puede ni debe ser convocado, por mucho que al paños calientes de Vicente del Bosque le guste llevar la contraria a la opinión general o quiera ser tan diplomático y mediotíntico como esos observadores de la ONU que van a todo, pero nunca se mojan con nada.

Piqué, un tipo con menos neuronas que la waka-waka de Shakira (¡y miren que la colombiana da también para un catálogo de chorradas varias!), sólo sabe hacer una cosa bien, sacar con mucho garbo y donaire la bandera independentista, el sucio trapajo estelado que se lleva a todos los sitios.

A este sujeto le da igual si Cataluña se independiza o no. Él ya tiene el riñón perfectamente cubierto, no sólo con lo ganado en el Fútbol Club Barcelona, sino también con las cuantiosas primas de una Selección Española a la que denosta, pero bien que se mama las primas sin rechistar (como buen catalán que es).

Así que nada. Por mucho que les fastidie a los señores de Marca y Papel (ahora este mononeuronal escribe ahí), hay que seguir pitando a Piqué hasta que se quede sordo o hasta que se le quiten las ganas de volver a una llamada de Vicente del Bosque. La coherencia, señores, por encima de todo.