Error amarillo: el incompetente Miguel Ángel Ramírez echa de la UD Las Palmas a Paco Herrera
Trece años sin catar las mieles de Primera División, hoy llamada Liga BBVA, y a las primeras de cambio ponen de patitas en la calle al entrenador que obra el milagro, Paco Herrera. Sí, la directiva de la UD Las Palmas es así de visionaria. Tal vez el consejo de administración que preside el indultado Miguel Ángel Ramírez pensó que el conjunto amarillo iba a jugar la Champions League o que incluso le iba a disputar el cetro de la Liga al Real Madrid o al Barcelona y, claro, como apenas lleva media decena de puntos en el morral, han optado por lo clásico, destitución fulminante con menos de diez jornadas disputadas.
Ahora han contratado en el club de Ciudad Jardín al que fuese entrenador del Lugo hasta la pasada campaña, Quique Setién, todo un experto en Segunda, pero con nulo bagaje en la máxima categoría del balompié español. Puede ser que le vaya todo rodado (tampoco está el equipo tan mal) y que consiga la ansiada permanencia. Pero está claro que de desagradecidos el mundo está lleno y en el cuadro amarillo aportan una buena dosis de esos desafectos al buen trabajo realizado. Las palmas que ahora le brindan al cántaro serán críticas y empujones para despeñarse por Barranco Seco el día que los resultados vayan torcidos, lo que sería lógico en un cuadro recién ascendido y que, no nos engañemos, tiene un plantel apañado para luchar por eludir los últimos tres puestos de la clasificación. El resto, sinceramente, es soñar con pajaritos preñados.
Esta situación me recuerda a la vivida hace justo un año por el Chapi Ferrer, entrenador del Córdoba, que, curiosamente, ascendió en el campo de Siete Palmas ante la UD Las Palmas. Pues en cuanto pudieron, al preparador lo lanzaron al Guadalquivir. ¿Resultado? Dos entrenadores más a lo largo del curso y descenso exprés con varias jornadas de antelación. ¡Unos lumbreras los dirigentes del club de la ciudad de los califas que después de décadas sin Primera les duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio!
Lo que es evidente es que nadie en el club tenía fe ciega en Herrera porque, de lo contrario, qué más daría que el equipo esté ahora en zona de descenso cuando quedan casi tres cuartas partes de una Liga en litigio. Si es que es más sencillo mantenerse en Primera que lograr el ascenso desde Segunda, pero nadie ha querido mover un solo dedo por este auténtico profesional como es Paco Herrera. Y vamos, de milagro no han colocado como su sustituto a Juanito, ese tuercebotas como jugador, un patán como técnico y una verdadera calamidad en la parcela directiva. Eso hubiese sido darse un tiro en el pie, aunque conociendo también al personaje que lleva las riendas del club no sería descartable.
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