Rallo le mete una buena sacudida al intervencionismo político
Acierta de pleno el siempre ponderado y muy acreditado economista Juan Ramón Rallo. Hace unos días estuvo en Canarias en el marco del simposio ‘Desafíos e incertidumbres de la economía’ y dejó algún que otro recadito para nuestros burócratas que, desde luego, estaban perfectamente tirados. Siendo el Archipiélago canario una región eminentemente turística, lo que a Rallo no le entra en la cabeza es como los políticos son los que tienen la sartén por el mango a la hora de dictaminar cuántos hoteles son necesarios o cómo deben ser estos construidos y encima menos aún cuando hay que pelearse en ocasiones con hasta cuatro administraciones: la nacional, la autonómica, la insular y la local. De verdad, ¿es que tienen que venir desde fuera para decirnos lo que es lógico? Pues sí, lamentablemente es así. Alguien como Rallo, en medio vistazo, se ha dado cuenta del mal que le afecta a las Islas, el exceso de burocracia, el intervencionismo latente que ralentiza y entorpece el desarrollo económico. Aquí viene un gran empresario turístico y pretende hacer un megacomplejo y acabará por irse a Cabo Verde porque le facilitarán seguramente todos los trámites que en Canarias le dificultan torticeramente. Canarias no puede permitirse el lujo de dejar escapar una vía de ingresos económicos como son los procedentes del turismo y sectores derivados del mismo. El propio Rallo lo dice sin más rodeos, el Archipiélago podría ser una suerte de pequeño gran Singapur. Simplemente bastaría con dos requisitos sencillos, una bajada de impuestos y simplificar al máximo el marasmo que supone la compleja telaraña normativa de la administración canaria. Porque, ¡ojo! esa es otra cosa que le admira a Rallo, el que haya cuatro negociados legislando sobre lo mismo. No es que eso sólo sea absurdo, sino que en determinadas materias pueden llegar a contradecirse de tal manera que al final es meterse en pleitos largos, costosos y que terminan por provocar el hastío de aquellos que desean apostar firmemente por Canarias. ¿Alguien se ha planteado alguna vez por qué las Cámaras de Comercio de las Islas están apostando por Marruecos, Senegal o Cabo Verde? Y esto que pasa con el turismo podemos llevarlo perfectamente a la práctica con el sector comercial y las cacicadas que se cometen en municipios como Santa Cruz de Tenerife en el que sigue ese empeño de no dejar abrir a los grandes los festivos y domingos con el único y rancio criterio de que esos días no se trabaja…pero por detrás se inventa una normativa ad hoc para favorecer al pequeño comercio o al mercado de turno porque quien lo dirige está vinculado a una determinada opción política. Es lo de siempre, unos políticos sin contacto con la realidad que quieren legislar hasta el aire que respiramos. Artículo publicado en ABC Canarias
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