Los abogados del Barça están chiflados y ahora quieren empapelar a Sanchís y a Poli Rincón

Los servicios jurídicos del Fútbol Club Barcelona se la cogen con papel de fumar. Debe ser que están hasta las narices de palmar pasta con las sanciones de la UEFA a cuenta de las esteladas, pero lo cierto es que el conjunto culé ha puesto a trabajar a sus abogados para que empapelen a dos comentaristas de la COPE. Se trata concretamente de Hipólito Rincón y Manolo Sanchís. ¿El motivo? Que desde el Camp Nou entienden que ambos alentaron y aplaudieron la agresión de Isco a Neymar. Y nada más lejos de la realidad.

Ambos comentaristas dijeron que lo que había hecho Isco, evidentemente, no fue correcto, pero que también entendían al jugador cuando, perdiendo en tu casa 0-4, viene a reírse alguien en tu cara con toquecitos y filigranas tan vistosas como innecesarias. El problema es que al brasileño esto no le viene de nuevas. Ya ha tenido desde la pasada temporada unos cuantos encontronazos por ir de chulo por la vida y claro, al final, un futbolista es como cualquiera de nosotros, alguien que en un momento de calentura puede perder perfectamente los estribos.

Y claro que es condenable lo que hizo Isco, pero tampoco se puede pasar por alto la provocación de Neymar. Sí, eso se llama provocar. Si ya vas ganado 0-4 al Real Madrid o 3-1 al Ath.Bilbao en la final de Copa, ahórrate esas habilidades balompédicas, esos gestos de cara a la galería que sólo pueden conducir a que alguien que esté cabreado pueda aliviar su enfado por medio del patadón y tente tieso.

El fútbol es espectáculo, que duda cabe, pero también hay que apostar por el respeto al rival que bastante humillación tiene de estar cayendo por goleada y en campo propio. No se trata de elevar a los altares a Isco, ni mucho menos, pero que los servicios jurídicos del Barcelona digan que lo de Poli Rincón y Sanchís es para empapelarles por incitación a la violencia sólo tiene un nombre, chifladura. Más que un bufete de abogados, parece que tienen a su servicio a una planta entera de un manicomio de máxima seguridad. De verdad, están pirados en el Barcelona. La independencia les tiene tocados del ala desde hace ya algún tiempo.