Soria, de la sociedad off shore a la dimisión of course

Ha tenido un rasgo de dignidad y de decencia, algo que no se lleva en política. Las vacilaciones del ya exministro de Industria, José Manuel Soria, con el tema de los famosos papeles de Panamá le han llevado a dimitir tristemente, como titular de la cartera ministerial, como diputado y como presidente del Partido Popular en Canarias.

Evidentemente, su salida supone que Mariano Rajoy vea cerrado un boquete enorme por el que podría escaparse un buen chorro de votos de cara a unas hipotéticas elecciones generales el próximo 26 de junio de 2016 de no llegarse a un acuerdo para cerrar antes de finales de este mes un pacto de gobernabilidad.

Es verdad que José Manuel Soria no tenía más remedio que dimitir o renunciar a su ostentoso puesto después de que las pruebas aparecidas le pusieran contra la espada y la pared. Da igual que la famosa empresa tuviese que ver o no con Panamá. Afirmar que no tenías responsabilidad y que luego apareciese su firma en una de las actas anuales no ayudaba, precisamente, a dar una imagen de honorabilidad ante el electorado y ante los medios de comunicación.

Cuando menos quedaba feo e intentar aferrarse al cargo hubiese sido no sólo un error, sino que también habría pisoteado sus propios principios cuando dijo aquello de que un cargo público no podía figurar a la par en una sociedad off shore….y él ejerció funciones mientras ya ocupaba la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria.

Soria, haciendo el chiste fácil, ha pasado de la sociedad off shore a la dimisión ‘por supuesto’ o, dicho en inglés, a la dimisión of course.