'MentiSoria'
Tuvo que dimitir por mentiroso. Sí, ya sé que puede sonar fuerte, pero es lo que hay. José Manuel Soria López ha tenido que abandonar aprisa y corriendo el Ministerio de Industria, el escaño en el Congreso de los Diputados y la presidencia del Partido Popular en Canarias por el esperpento de la rueda de prensa ofrecida el lunes 11 de abril de 2016 en la que negó toda vinculación con la empresa UK Lines aparecida en los famosos papeles de Panamá y, sólo cuatro días después, cuando le estaban poniendo en medios afectos y desafectos al ministro de vuelta y media, entonces soltar el viernes 15 de abril la gran bomba, la de que ponía pies en polvorosa porque no podía sostenerse en el cargo la misma persona que había dicho por activa y por pasiva que un cargo público no debería tener una sociedad off shore.
José Manuel Soria no abandona la poltrona por el hecho cuestionable o no de haber tenido la sociedad off shore porque, a decir verdad, todo estaba liquidado desde hacía muchos años, pero sí que le mata al político del PP que haya intentado ocultar su pertenencia a la misma. Y da lo mismo que haya sido con conocimiento de causa o porque, de verdad, haya tenido un lapsus. En estos casos lo recomendable, y eso creo que el señor Soria debía saberlo, es revisar sus papeles, toda la documentación que obrase en su poder antes de lanzarse a la arena mediática a negar la mayor y además con un cierto tono de chulería y de prepotencia. Cuando actúas así, lamentablemente, te suele sobrevenir la del pulpo. Alguien te saca las pruebas contundentes y concluyentes y ya puedes echar a correr porque te van a alcanzar igualmente con el papel irrefutable de que allí estuviste haciendo business en Panamá.
De veras que me sorprende bastante este resbalón del señor José Manuel Soria porque le tengo por un político serio, riguroso y que no se lanzaba a dar explicaciones sin tener atados todos los cabos. Pero en este caso le ha fallado su memoria o tal vez creer que nadie encontraría la famosa firma y se ha pegado un costalazo de consecuencias irreversibles.
Eso sí, al menos el señor José Manuel Soria ha tomado la única salida que aún le puede dejar un halo de dignidad, la dimisión. Dentro del partido, por ejemplo, una política santacrucera de aires muy subiditos, lejos de presentar su renuncia cuando Interviú sacó que presentó facturas de joyas, bragas y comilonas varias como justificante de gastos del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, siguió pegada a su sillón como si en ello le fuera la vida, aun a costa de renunciar a su propia credibilidad.
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