¿Qué le habría costado a Del Bosque callar dos minutos más?

¿Qué le habría costado a Vicente del Bosque mantener la boquita cerrada dos minutos? El ya exseleccionador de España, siempre correcto, amable, diplomático (a veces en exceso) e incapaz de levantar la más mínima polvareda frente al escándalo más grande, experto en echar todo el agua posible a los incendios que provocaban sus jugadores o entrenadores de la Liga que la liaban a cuenta de las convocatorias para el combinado español, la ha liado a base de bien en la cadena SER, en la última comparecencia además de José Ramón de la Morena en los micrófonos de la emisora de PRISA, ya que la próxima temporada empezará en los micrófonos de Onda Cero.

Del Bosque no sólo reveló el mal rollo mantenido en la Eurocopa de Francia con el guardameta del Oporto asegurando que había sido al único jugador al que no le mandó un mensaje de despedida tras llegar a España, sino que además le ha metido el remo a un periodista como Antonio García Ferreras al que, ¡vaya a saber usted por qué causas! el preparador salmantino le tenía ojeriza y aprovechó que De La Morena le nombró en su despedida para arrearle un palo.

De verdad, me ha sorprendido la actitud de un seleccionador que estaba acostumbrado a permanecer siempre en un segundo plano y que por razones que sólo él conoce ha decidido ensuciar una etapa brillante al frente del combinado nacional. Una pena, don Vicente, que usted se vaya de la Selección de esta manera tan cutre. No sé si habrá sido por propia iniciativa o por consejo de alguien, pero sea como sea ha quedado usted a la altura del betún en vez de que le recuerden por los títulos ganados con España.