Un diván para Pedro Sánchez

Pedro Sánchez necesita urgentemente que alguien le lleve al diván y, con palabras muy sencillas, le expliquen algo tan evidente como que con 85 diputados no se puede gobernar. Es más, con 85 diputados no se te puede pasar siquiera por la cabeza la posibilidad de pensar en ser candidato a presidente del Gobierno. Ni aunque fracase Mariano Rajoy en la sesión de investidura que, tal y como pinta el asunto, puede pasar y en este país iríamos a unas terceras elecciones en las que el PP ya sacará mayoría absoluta.

Sánchez, como buen joven que es, peca de la inexperiencia propia de la edad, pero tampoco parece haber aprendido de la experiencia post 20 de diciembre de 2015. Sus repetidos no al líder del PP y así hasta 17 veces provocaron un clima de bloqueo. Lógicamente, Rajoy optó por declinar el acudir a una investidura perdida de antemano y el del PSOE, frito por rascar poltrona, se lanzó al ruedo, le dijo al Rey Felipe VI que él contaba con los apoyos necesarios para poder ser jefe del Ejecutivo y después de un mes mareando la perdiz acabó con 131 votos a favor y 219 en contra.

Y digo que Sánchez no ha aprendido de la experiencia porque, tal y como cuentan acreditados analistas políticos como Ignacio Camacho (ABC) el caballerete intentó vender la noche del 26 de junio de 2016 que los resultados obtenidos le daban legitimidad para volver a aspirar a una nueva investidura. De hecho, estuvo a un tris de salir con esas ínfulas a la rueda de prensa, pero alguien debió decirle que mirase bien los resultados, que quedándote a 52 escaños del PP resultaba poco menos que ridículo y presuntuoso vender un mensaje tan triunfalista como irreal.

Dentro de unas horas, el 9 de julio de 2016, Sánchez tratará de convencer a los ‘insumisos’ que están por apoyar una abstención y que gobierne Rajoy de que lo que conviene es decir no al PP y, de paso, buscar fórmulas para conseguir que el Rey le proponga a él como candidato a presidente. En fin, la cosas de un líder que ha vuelto de Mojácar con el mismo sectarismo y con ganas acrecentadas de seguir bloqueando a España a la par que termina de hundir al PSOE.