¿Para cuándo una película sobre las atrocidades de Carrillo en Paracuellos?
Se ha estrenado este pasado fin de semana del 9-11 de septiembre de 2016 la película Guernika, un retrato descarnado sobre las atrocidades cometidas en la pequeña población vizcaína en plena Guerra Civil por parte de los aliados de Franco, es decir los nazis y los italianos.
La cinta refleja a la perfección la brutalidad con la que se emplearon los aviadores a la hora de bombardear Guernica y como, por supuesto, no tuvieron piedad absolutamente de nadie, entre otras razones porque más que hacerle el favor al cruel Generalísimo, lo que se buscaba en la participación en la contienda bélica española era poder ensayar nuevos métodos de incursiones aéreas y bombardear de la manera más devastadora objetivos civiles.
Sin embargo, más allá de la mera lectura artística, insisto en que estamos ante una película perfectamente ejecutada, el problema que existe en España es que la filmografía sólo permite ver una cara del conflicto y nos presenta a los comunistas, a los rojos, como la parte amable de la Guerra Civil, los guardianes de las esencias de la democracia y de la libertad, mientras que las tropas nacionales siempre son retratadas como los enemigos de los derechos fundamentales y quienes actúan con toda la brutalidad posible.
En esta España de hoy sería imposible hacer un film sobre Paracuellos del Jarama y las atrocidades cometidas por Santiago Carrillo sin que no se levantase una polvareda mediática importante. Aquí se pueden remover las tumbas de Franco, de José Antonio Primo de Rivera, de los generales Mola y Sanjurjo, pero que nadie tenga la idea de sacar a la luz la verdadera cara del comunista del peluquín cuando pasó a cuchillo junto con sus conmilitones rojos a decenas de miles de inocentes en la masacre de ese pueblo madrileño.
Invito desde estas líneas a algún director a que compre la idea, sea valiente y se lance a rodar una cinta sobre el exlíder del PCE y su pasado manchado de sangre, para que todos veamos que no sólo la maldad y la crueldad residía en un solo bando. Y, en definitiva, no olvidemos que una guerra entre hermanos, no hay vencedores ni vencidos, todos, absolutamente todos, salen perdiendo, aunque algunos se empeñen en reescribir la Historia a su capricho, producto de un sectarismo congénito y patológico.
1 comentario
Juan -
A no ser que se precie algún director. Pero a mi me gustaría que las hiciesen por fechas: primero una de la matanza de Badajoz. Tampoco estaría de más que hiciesen otra sobre "la desbandá", ese genocidio contra mujeres y niños.