El valeroso Juan José Padilla, nueva víctima de los antitaurinos

Les da exactamente igual que la vida de un ser humano esté en juego. Su afición, por encima de cualquier otra cosa, es insultar, reírse, mofarse y, llegado el caso, hasta desear la muerte de quien sea. Bueno, de quien sea no. Esta pandilla de tuiteros sin alma tienen un objetivo muy marcado y muy delimitado, los toreros.

Estas personas que dicen ser antitaurinos son, en realidad, unos seres sin entrañas. Sí, ya sé que se merecen un calificativo mucho más descarnado, menos alambicado y mucho menos floral. Pero es que con el paso de los años me he percatado que es ponerse a la altura de ellos y no estoy por la labor de combatir con sus mismas armas. El vocabulario grueso se lo dejo a ellos.
Pero a lo que iba. Estos seres despiadados la han tomado con los diestros y quienes aspiran en un futuro a tomar la alternativa. El último ataque en Twitter lo han perpetrado contra el valeroso torero Juan José Padilla, quien sufrió una cogida espeluznante en el coso de Zaragoza y, de no ser por la intercesión de la Pilarica, hubiese vuelto a ver como el asta de todo volvía a colarse por la cuenca del ojo.

Obviamente, en esta vida donde todo se retransmite al segundo, los que se alegran de todo lo que les pasa a los toreros comenzaron su particular aquelarre por la red social del estornino. Nuevamente perfiles perfectamente identificados e identificables que, además, ni tan siquiera se habían molestado en borrar de sus cuentas mensajes donde, con perdón, trataban a Padilla de "tuerto hijo de puta, uno menos o Adrián quiere ser torero, pero no como el del parche". En fin, comentarios todos ellos constitutivos de delito.

E insisto una vez más. No soy aficionado a los toros ni jamás me verán en una plaza. Pero esto, por mucho que me caigan encima, siempre diré que es cultura y parte fundamental de nuestro acervo cultural, amén de que económicamente nos reporta pingües beneficios.