El 2x1 de Trump: presidente de Estados Unidos al tiempo que invalida a Pedro Sánchez
Estados Unidos ha hablado y ha votado. Donald Trump es el nuevo inquilino de la Casa Blanca por los próximos cuatro años, hasta 2020. Nadie, absolutamente nadie en su sano juicio, apostaba por un triunfo del candidato republicano. Sus salidas de tono, sus arremetidas cual elefante entrando en una cacharrería, le convertían en objeto directo no sólo de burla, sino también en el peor aspirante por parte del Partido Republicano. Pero a veces la realidad trunca de raíz los deseos y las encuestas.
Porque, a fuerza de ser sinceros, ¿qué clase de campaña ha hecho Hillary Clinton? La demócrata ha tenido que apoyarse en muchas ocasiones en Barack Obama como cortina de humo. Su campaña se ha basado principalmente en rebatir las bestialidades de Trump, su misoginia, su machismo, su xenofobia, pero en realidad, fuera de eso, no hemos visto un programa sólido de una líder que pretendía hacer historia siendo la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. Desgraciadamente, un argumento muy endeble a la hora de seducir a los votantes.
En definitiva, Estados Unidos medía para la Presidencia de la Casa Blanca a, presumiblemente, los dos peores políticos de los últimos tiempos. Una, porque pudo poner en riesgo la seguridad nacional y el otro porque no deja de ser el típico americano fanfarrón, el chuleta de los bares de carretera siempre dispuesto a la camorra y a resolver los conflictos a puñetazo limpio. No voy a negar que el discurso de América para los americanos tiene tirón y que en situaciones de debilidad económica eso engancha a una masa importante, pero Trump, un trasnochado con tupé, debería darse cuenta de quiénes están hoy sosteniendo los pilares económicos de los Estados Unidos.
Y no puedo dejar de comentar ese apoyo esencial recibido por Pedro Sánchez a Hillary Clinton. El exsecretario general del PSOE, imbuido del espíritu de Napoleón, se creyó poco menos que el general Mac Arthur y se lanzó a la aventura norteamericana para respaldar a una Clinton que a estas horas aún debe estar mirando en la Wikipedia quién es ese señor Sánchez tan echado para adelante que ha sido capaz de renunciar a su sueño de volver a liderar el PSOE para reconvertirse en fino analista de política internacional. El ‘guapo’ socialista ha demostrado que no sólo no tiene futuro en política, sino tampoco como pitoniso. Más bien ha quedado rebajado a una especie de Bruja Lola de cuarta categoría.
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