Sanidad con infarto secesionista: Vitolo y el pésimo trato del Hospital Josep Trueta (Gerona)

Ya es lo que nos faltaba para el canto del euro, empezar a politizar y a nacionalizar algo tan sagrado y tan esencial como la sanidad. ¿Se imaginan ustedes ir a un centro médico, pongamos de El Fraile, en el sur de Tenerife, y que el médico de turno te salga hablando guanche y que si no entiendes el dialecto el galeno pasa de atenderte y tú, con el rabo entre las piernas te tienes que ir a un centro privado? ¿Verdad que la situación sería surrealista de todo punto? Pues desgraciadamente en España estamos empezando a ver quienes hacen de su ideología política algo esencial que además priorizan sobre su profesión, un trabajo que obliga, bajo juramento hipocrático, a atender a todos los enfermos independientemente de si estos son o no separatistas, españoles o medio pensionistas.

La historia, que se ha hecho viral en redes sociales, fue adelantada por La Opinión de Tenerife y la comentaba el otro día en el programa de radio de Tenerife Week con Ángel Suárez y ambos llegábamos a la conclusión de que el centro hospitalario al que ahora me referiré no había actuado con la diligencia y efectividad o, mejor dicho, el médico de turno no estuvo afortunado, pero ya se sabe que cuando un miembro de la empresa o del colectivo falla, el palo le cae a todos los especialistas del centro.

Como sabrán ustedes, la movida que se montó en el Hospital Universitario Doctor Josep Trueta de Gerona tuvo como protagonista involuntario al jugador del CD Tenerife Vitolo, que llegó hasta el recinto con una fractura de los huesos propios de la nariz. Estando en el recinto sanitario, en la zona de triaje o de valoración, al futbolista se le habló en catalán y éste rogó que se le hablara en castellano, algo que hicieron de muy mala gana y de manera bastante desairada, lo que además motivó que le fuesen relegando en la atención hasta que el galeno del club, que acompañaba al jugador, junto con el delegado, optasen por ir a un centro privado que tenían concertado.

El incidente, repito se hizo viral en pocas horas y hasta motivó una guerra de comunicados entre el hospital y el CD Tenerife, dando a entender éste último que la actuación de los médicos del Josep Trueta dejó bastante que desear. La cosa ya es preocupante porque estamos hablando, al fin y a la postre, de la atención a un futbolista de elite y respaldado por una entidad deportiva. ¿Ustedes se imaginan que cualquiera de nosotros caemos en las garras de alguno de esos doctores con ínfulas separatistas que se nos ponen a hablar en catalán y que encima se cabreen cuando les pedimos amablemente que nos hablen en el idioma que deben conocer los 47 millones de españoles? Por si acaso, cuando vaya a Gerona, espero no tener que conocer tan ‘simpático’ hospital, no vaya a ser que me peguen un doble virus, el del separatismo y el de la tontería supina.