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Desde mi escaño

Bertín Osborne pone en su sitio a unos pájaros de cuenta: los padres de Nadia

Si algo tiene Bertín Osborne es que es una persona que destaca no sólo por su faceta artística, sino que además es de los que dice claramente, y sin escatimar un adjetivo, lo que piensa. En estos días, al cantante y presentador televisivo le han preguntado por el ‘caso Nadia’ y ha sido sumamente tajante al respecto. Su respuesta, la suscribo por completo porque es lo que muchos habrían dicho sin ningún género de dudas:

Creo que es una absoluta vergüenza que unos padres utilicen a una niña con un problema para robar dinero, o sea, es que es una cosa no se puede caer más bajo. Y, efectivamente, claro que afecta, va a afectar a todas las demás que son inmensa mayoría o casi multitud de gente decente que lo que intentan es ayudar a sus niños y necesitan ayuda de los demás. Esto es una catástrofe y menos mal, gracias a Dios, que ha habido uno y se ha sabido porque yo estoy convencido de que no hay más. Lo conozco, desde hace muchos años que llevo con la fundación la infinidad y el cien por cien son gente decente y lo que están intentando es luchar y sacar adelante a sus niños.

Está claro, como señala el bueno de Bertín, que lo que han hecho estos padres, Fernando Blanco y Marga Grau, es una carga de dinamita contra aquellas personas que actúan de buena voluntad, que jamás podrían inferir maldad alguna en un matrimonio que se deja la piel por los medios de comunicación para reclamar ayuda. No es que sea un pecado lo que han hecho, es que resulta un auténtico crimen, un mazazo a la solidaridad de este país llamado España.

Es que, como ya he comentado anteriormente, no sólo se ha dañado a esta niña por parte de los padres, es que se ha perjudicado indirectamente a muchos padres y a muchas asociaciones que, trabajando limpia y honradamente, no han tenido la suerte de tener la cobertura mediática de los progenitores de Nadia y encima ahora, cuando vayan por ahí solicitando ayuda, se van a encontrar con la cerrazón y negativa de ciudadanos e instituciones que ya podrán bajo sospecha a cualquier ONG. Por eso, testimonios como los de Bertín Osborne son necesarios para que la gente sepa que no todo el monte es orégano o, en este caso, que no todos los que piden ayuda son como esos dos pajarracos llamados Fernando Blanco y Marga Grau.

Si algo tiene Bertín Osborne es que es una persona que destaca no sólo por su faceta artística, sino que además es de los que dice claramente, y sin escatimar un adjetivo, lo que piensa. En estos días, al cantante y presentador televisivo le han preguntado por el ‘caso Nadia’ y ha sido sumamente tajante al respecto. Su respuesta, la suscribo por completo porque es lo que muchos habrían dicho sin ningún género de dudas:

Creo que es una absoluta vergüenza que unos padres utilicen a una niña con un problema para robar dinero, o sea, es que es una cosa no se puede caer más bajo. Y, efectivamente, claro que afecta, va a afectar a todas las demás que son inmensa mayoría o casi multitud de gente decente que lo que intentan es ayudar a sus niños y necesitan ayuda de los demás. Esto es una catástrofe y menos mal, gracias a Dios, que ha habido uno y se ha sabido porque yo estoy convencido de que no hay más. Lo conozco, desde hace muchos años que llevo con la fundación la infinidad y el cien por cien son gente decente y lo que están intentando es luchar y sacar adelante a sus niños.

Está claro, como señala el bueno de Bertín, que lo que han hecho estos padres, Fernando Blanco y Marga Grau, es una carga de dinamita contra aquellas personas que actúan de buena voluntad, que jamás podrían inferir maldad alguna en un matrimonio que se deja la piel por los medios de comunicación para reclamar ayuda. No es que sea un pecado lo que han hecho, es que resulta un auténtico crimen, un mazazo a la solidaridad de este país llamado España.

Es que, como ya he comentado anteriormente, no sólo se ha dañado a esta niña por parte de los padres, es que se ha perjudicado indirectamente a muchos padres y a muchas asociaciones que, trabajando limpia y honradamente, no han tenido la suerte de tener la cobertura mediática de los progenitores de Nadia y encima ahora, cuando vayan por ahí solicitando ayuda, se van a encontrar con la cerrazón y negativa de ciudadanos e instituciones que ya podrán bajo sospecha a cualquier ONG. Por eso, testimonios como los de Bertín Osborne son necesarios para que la gente sepa que no todo el monte es orégano o, en este caso, que no todos los que piden ayuda son como esos dos pajarracos llamados Fernando Blanco y Marga Grau.

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