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Desde mi escaño

Patxi López, desagradecido indigente intelectual

Una vez más tengo que estar plenamente de acuerdo con el maestro Luis Ventoso, corresponsal de ABC en Londres y genial columnista, que la ha clavado con el retrato que ha hecho en una corta pero contundente definición sobre Patxi López. Para el periodista, el que pretende ser nuevo líder de los socialistas españoles es un “indigente intelectual”. Sí, ese es el nivel del que pretende ser nuevo secretario general del PSOE y, por tanto, con muchas opciones de poder ser algún día presidente de España.

López, una de esas apuestas zapateriles de cuando andaba poniéndole una vela a Dios, es decir al Pacto por las libertades y contra el terrorismo, y otra al diablo, o sea entablando negociaciones con el entorno de ETA, es un elemento del cual no te puedes fiar ni un solo pelo. Darle la espalda sólo unos segundos es sinónimo de que te la puede liar a poco que se le presente la ocasión. No sólo es un malqueda, sino un traicionero de tomo y lomo y sobre todo un desagradecido.

Si, Patxi López es como el escorpión de la fábula, sujeto al que ya le puedes ayudar a ser lehendakari o presidente del Congreso y lo único que hace es pegarte patadas y desplantes a partes iguales. Seguramente, el drama de este hombre sea que sus padres le pusieron de nombre Francisco y encima se apellidaban López y Álvarez, que como comprenderán combinan muy mal en la esfera abertzale. Y claro, este tipo, que ha sido un acomplejado de por vida, ha optado por llamarse Patxi a ver si cuela y los nuevos Arzalluz creen que pueda tener trazas de RH negativo.

Y más allá de sus traiciones aviesas a más no poder, López pretende ir más allá del desaguisado y del legado dejado por Pedro Sánchez. Es más, si el vasco de Cascajales se lo propone es capaz hasta de dejarse coleta con tal de pactar con Podemos o con el mismísimo diablo para ser jefe del Ejecutivo. Es una pena que este caballero no haya sabido ser agradecido ni tener altura de miras.

Triste es ir por la vida con ese rictus de amargado y de perdonavidas. No solamente estamos hablando de una persona insatisfecha, sino que encima es un desagradecido de tomo y lomo. Alguien con esa raquítica formación debería de haberle estado agradecido doblemente al PP, pero está claro que López la palabra gracias la usa menos que el jabón el señor Barragán.

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