¿Cuánto nos han costado los polvos de Bárbara y su Rey?

¿Cuánto nos ha costado a los españoles el ‘affaire’ amoroso del Rey Juan Carlos, ahora monarca emérito, con la vedette Bárbara Rey? Sí, más allá de las historias de alcoba y de que nos podemos divertir con los detalles más bizarros de esta relación entre alguien de la realeza y una mujer del populacho, lo que aquí interesa conocer de primera mano es saber el palo que se le ha dado a las arcas públicas para que esta historia hubiese quedado silenciada hasta la fecha.

Sí, miren ustedes, que el Rey ha querido montárselo con una señora de buen ver y con apellido regio, ese es un problema que tendrá que solventar él como su santa Reina Sofía, una mujer que tiene más cuernos que una reunión de venados. Allá él con su moralidad, principios o lo que buenamente lo quiera definir él. Pero lo que no podemos consentir bajo ningún prisma es que del dinero que nosotros aportamos a papá Estado vía nuestros impuestos hayamos financiado el picadero que estos dos tenían en Aravaca.

Eso sí, la tal Bárbara Rey, que de tonta no tenía un pelo y de arpía le hubiese dado para repoblar tres veces el amazonas, quiso grabar por todo lo alto el último encuentro sexual con Su Majestad, pero tuvo la mala suerte de que ya estaba avisado el Rey de que esta señora se traía algo entre manos, amén de haber intentado quedarse embarazada de Don Juan Carlos y, por tanto, haberle sacado un pastizal contante y sonante.

Pero insisto, será muy interesante todo este marujeo del Rey y sus amantes y seguramente nos deleitaremos con orgías de champagne, fruta y crema, mucha crema. Sí, daría para un folletín que perfectamente podrían suscribir los hermanos Álvarez Quintero. Sin embargo, aquí lo importante es conocer de primera mano a cuánto ha salido cada polvo extramatrimonial del caza elefantes regio y si hay que desposeerle de la corona emérita, pues desposeámosle de la misma y sobre todo de lo que anualmente nos cuesta sostener ese tugurio.