La mala educación de un Sabio
El ex seleccionador de fútbol y hasta hace unos días entrenador del Fenerbaçe, Luis Aragonés, ha vuelto a liarla, algo que no parece ya noticiable, a su llegada a Madrid. Los compañeros de Antena 3 estaban apostados en la zona de llegadas del aeropuerto de Barajas y trataron de recabar infructuosamente un testimonio del llamado Sabio de Hortaleza. Sin embargo, no sólo la periodista se quedó sin las declaraciones del míster, sino que encima se permitió el lujo de mandar a la compañera a que, dicho finamente, defecara y, por si no hubiera bastado, también remachó su breve diatriba con un "será imbécil". Desde luego, muy mal ejemplo por parte de un personaje que es público y que no puede tener ese comportamiento. Bueno, poder sí puede, y a fe que lo ha hecho, pero no debería, aunque a estas alturas de la película me da la sensación de que le importa todo un comino.
Y miren ustedes, es una pena que un señor que pudo haber cerrado su carrera de la manera más brillante, con el título de la Eurocopa bajo el brazo, cediese a las tentaciones de los capitales turcos. Desgraciadamente, si hubiera tenido un mínimo de sintonía con Vicente del Bosque, su sucesor al frente de La Roja, tal vez hubiese reconsiderado su decisión de haberse marchado a Estambul. Allí son tan exacerbados los hinchas como los directivos de los clubes. No buscan que el equipo juegue bien, sino resultados. Nada más que eso. El Sabio erró en su elección y está más que segura su destitución (bien remunerada, eso sí) del conjunto otomano. El cabreo, el rebote o lo que ustedes creen que pueda tener Don Luis Aragonés será de órdago a la grande, pero eso no le compete ni le habilita para insultar a nadie. Todo el mundo es libre de no hacer declaraciones y hubiese quedado como un señor si fuera de las cámaras le comenta a la compañera que no iba a hablar. Se hubiese entendido y nadie crearía más polémicas. Pero no, Luis es así.
En fin, él sabrá lo que se trae entre manos, si ha venido a España para jubilarse definitivamente o si, tal y como se rumorea, pudiera aceptar el cargo de director o asesor deportivo del Atlético de Madrid. Desde luego, nadie le niega su sapiencia balompédica, pero también resulta evidente que Aragonés sería el último individuo al que te llevarías para mediar en la negociación de un fichaje o para solventar un conflicto bélico, a no ser, por supuesto, que uno persiga precisamente eso, que se frustre una contratación o estalle una guerra. Con el Sabio de Hortaleza todo es posible...hasta ganar una Eurocopa 44 años después.
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Lewis Rogers -